Aún estamos en invierno y el desabasto de agua potable es un asunto grave para los habitantes de la ciudad de Oaxaca y municipios del Valle Central. La escasez del líquido, vital para la vida humana, hiere, lastima con mayor dureza a los ciudadanos que habitan en colonias marginadas, ahí en donde trabajosamente tienen dinero para adquirir alimentos, y ahora, por desgracia, el agua para poder subsistir.
Lejos han quedado los años en que el agua no faltaba en los hogares. En la ciudad de Oaxaca, hasta en la década de los 90, los ciudadanos, todas las mañanas barrían y lavaban las banquetas y la clase pudiente de la colonia Reforma se daba vuelo al regar sus jardines o lavar sus automóviles a “manguerazo” limpio.
Hasta hace una década, algunos gobiernos comenzaron a preocuparse porque ya empezaba a escasear el agua debido al incremento poblacional, el daño a la ecología provocado por la deforestación; la frecuente escasez de lluvias y la indiferencia ciudadana.
En esa época había un cartel publicitario de una llave escurriendo agua, exhortando a la ciudadanía a cuidarla. El slogan decía: “Dios da el agua pero no la entuba”.
Los tiempos han cambiado. El agua se ha convertido en un negocio bastante redituable. Hoy, también, el agua es fuente generadora de conflictos.
Al vivir en una sociedad de consumo, el agua se comercializa en botellas y garrafones. Detrás de estos negocios están grandes empresas trasnacionales que poseen pozos profundos para extraer el líquido, sin que sean molestados por el gobierno. En cambio, si un campesino se atreve a abrir un pozo para regar su cultivo, es sancionado por la autoridad federal, y puede parar hasta en la cárcel.
Embotelladoras de refrescos utilizan mucha agua, pero no se sabe cómo le pagan al Estado por este beneficio. Lo mismo pasa con las cadenas hoteleras, restauranteras o los dueños de edificios de departamentos. ¿Es justo lo que el Estado les cobra por usufructuar este servicio?
Faltan algunos meses para que entremos al verano, días de intenso calor, y también meses para la temporada de lluvias y ya escasea el agua.
Las pipas no se dan abasto para surtir de agua a domicilios particulares, comercios, escuelas u oficinas varias. A la mayor demanda, mayor encarecimiento del producto, aunque los que brindan este servicio se quejan que es más difícil conseguir el agua porque los pozos se están secando.
Al terminar e iniciar el año, en algunas colonias han surgido las voces de protesta por la falta de agua potable. Los vecinos han bloqueado, han cerrado vialidades y han logrado que les suministren el líquido por lo menos una vez a la semana o cada 10 días y no hasta 40 días como ocurre todavía en muchas colonias.
Este miércoles, la preocupación por la escasez del agua potable llegó, por fin, hasta la Cámara de Diputados, ahí donde están esos personajes que no saben ni leer, pero que lo tienen todo, por eso raramente se preocupan por los problemas que aquejan al pueblo.
Una diputada propuso un punto de acuerdo para que el gobierno estatal garantice el abasto de agua potable a los miles de capitalinos que no reciben agua de sus tuberías hasta en mes y medio, mientras el acarreo por pipas ha aumentado el precio. La propuesta fue aprobada por unanimidad.
La verdad es que el gobierno no se niega a hacerlo, lo que pasa es que el nivel de los pozos ha descendido dramáticamente. El gobierno está preocupado porque este es año electoral y no surtir de agua potable a los ciudadanos es arma letal para que haya votos de castigo.
Seguramente, esa será una promesa de campaña de los candidatos opositores a Morena: atender el problema del agua potable que el gobierno morenista no ha podido resolver.
De acuerdo con la participación de los diputados, en la sesión del miércoles se pudo advertir que los representantes populares no están coadyuvando con el gobierno de la 4T para resolver este problema. Un legislador morenista urgió a sus compañeros legisladores ponerse a trabajar con el Estado para que, de manera coordinada, tratar de resolver este lío que amenaza en convertirse en un terrible dolor de cabeza para el gobierno en turno.
Seguramente el gobierno ya tiene el pulso de la creciente inconformidad ciudadana por el desabasto de agua potable y algo tendrán que hacer para que éste no se desborde porque se pone en riesgo la estabilidad de la primavera oaxaqueña.
Por nuestra aparte, amigo lector, hay que ser un ciudadano responsable en el uso del agua. Hay que tomar en consideración que no se vale desperdiciarlo en ningún momento, como actualmente ocurre. Le sugerimos poner en práctica lo siguiente, ahí en casita:
.- Reutiliza cuando sea posible.
.- Toma duchas breves.
.- Consigue grifos de bajo consumo.
.- Cierra los grifos mientras no los usas.
.- Riega las plantas de noche o por la mañana.
.- Utiliza electrodomésticos eficientes.
.- Revisa los grifos, inodoros y cabezales de ducha en busca de fugas.
.- Usa el lavavajillas o la lavadora solo cuando estén llenas.
Recuerde: Todos debemos ser responsables en el cuidado del agua. Las generaciones venideras nos lo agradecerán.
