En medio del caos generado por la fuga de dos líderes criminales de Los Choneros y Los Lobos en Ecuador, un grupo armado se apoderó del Canal 10, conocido como TC, desencadenando una situación de violencia extrema. La transmisión en vivo mostró a periodistas y trabajadores del medio amenazados con armas y explosivos.
Uno de los criminales, con el rostro cubierto, se dirigió a la cámara declarando: “Para que sepa que no se deben jugar con las mafias”. Posteriormente, obligaron a uno de los presentadores a dirigirse en vivo, exigiendo la retirada de la Policía. La situación escaló rápidamente con disparos y gritos por parte de los trabajadores.
Los informes más recientes indican que unidades especializadas de la Policía han ingresado a las instalaciones de TC Televisión. Durante la transmisión en la web, se observa a un colega herido, ya que la señal abierta fue interrumpida.
Ante la violencia desatada, los directivos de los medios públicos han solicitado al gobierno protección. Jeannine Cruz, presidenta del Consejo de Comunicación, expresó: “En la mañana nos pusimos en contacto con la gerente de medios públicos para el acompañamiento a los mismos por parte de la fuerza pública, un escuadrón está fuera de las instalaciones de TC en este momento, la mesa técnica se convoca urgente”.
Organismos de protección, como la Fundación Periodistas Sin Cadenas, han emitido alertas urgentes.
Fundamedios, por su parte, publicó en sus redes sociales: “TC Televisión, uno de los canales más importantes del país, es tomado por grupos delincuenciales armados… No se conoce la situación de los trabajadores ni tampoco si los criminales continúan en las instalaciones. En este momento se escuchan voces y la transmisión continúa. Las Fuerzas del Orden llegaron al lugar y trasladan a un herido”.
La Policía de Ecuador informó que “ante el ingreso de delincuentes a las instalaciones de un medio de comunicación en Guayaquil, nuestras unidades especializadas se encuentran desplegadas en el lugar para atender esta emergencia”.
Hasta el momento, la transmisión en vivo persiste, pero las luces del set están apagadas, y solo se escucha música de fondo, mientras las autoridades trabajan para resolver la situación de violencia que ha sacudido al medio de comunicación y al país.
