Un estudio innovador, titulado “Using sequences of life-events to predict human lives” (Uso de secuencias de acontecimientos de la vida para predecir vidas humanas), ha logrado un hito sorprendente al desarrollar un modelo basado en inteligencia artificial (IA) capaz de calcular la fecha aproximada de la muerte de una persona con un nivel de precisión sin precedentes.
Este modelo, que representa las vidas humanas como secuencias de eventos, utiliza técnicas avanzadas de procesamiento del lenguaje natural para examinar y predecir el curso de la vida humana. El enfoque se basa en un conjunto detallado de datos de eventos en la vida de individuos, abarcando información relacionada con la salud, educación y ocupación.
La IA estructura y analiza estos datos para prever una amplia gama de resultados, desde la mortalidad temprana hasta patrones de empleo. Este sistema supera a los modelos artísticos tradicionales, proporcionando predicciones más precisas y detalladas.
La clave de este avance radica en la capacidad de la IA para interpretar y aprender de las complejas relaciones entre los eventos de la vida, como cambios en la salud, transiciones laborales y niveles de ingresos. Al utilizar métodos para interpretar modelos de aprendizaje profundo, los investigadores pueden comprender los factores detrás de estas predicciones y las posibles intervenciones para mejorar los resultados de vida.
Los expertos destacan que, más allá de la curiosidad morbosa de conocer la fecha aproximada de la propia muerte, esta investigación tiene el potencial de transformar la salud pública y la planificación a largo plazo. Podría conducir a políticas más efectivas, centradas en prolongar la vida y mejorar su calidad, anticipando y previniendo problemas antes de que se manifiesten.
Este avance se basa en datos provenientes de registros daneses y se espera que su aplicación se extienda a nivel mundial, adaptándose a diversas poblaciones y estilos de vida. Sin embargo, la ética detrás de este uso de datos personales y la precisión de tales predicciones serán temas continuos de debate en la sociedad. El estudio fue publicado en la revista “Nature Computational Science” por un equipo de investigadores de varias instituciones, incluyendo DTU Compute, Technical University of Denmark y Northeastern University.
