“Con la Cruz, Jesús se une a todas las personas que sufren hambre, en un mundo que, por otro lado, se permite el lujo de tirar cada día toneladas de alimentos”, dice el Papa Francisco, en una de sus frases estrujantes sobre la inanición. Otra de las grandes frases sobre el hambre es la de Miguel de Cervantes, quien dice: “El mayor contrario que el amor tiene es el hambre”.
Como están las cosas en México, y en todos los países subdesarrollados, uno tiene miedo de perder el empleo, no tener dinero y caer en hambre. Y lo peor: morir como consecuencia de ello.
“Un estómago vacío, es un mal consejero”, decía Albert Einstein, pero el desaparecido compositor mexicano, Cornelio Reyna aseguraba: “Las letras no entran cuando se tiene hambre”.
En estos tiempos tan difíciles, ya sabemos que los pocos ricos son más ricos todavía, y los pobres van en aumento. Cifras recientes dan cuenta que en México, 41.5 millones de personas de todas las edades están subalimentadas o malnutridas, revela un estudio de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Y ¿cómo estamos en subalimentación? Cada vez peor, pues 7 millones 600 mil mexicanos están subalimentados. En total, en el país hay 41 millones 500 mil personas malnutridas, detalla el informe.
Pero, además, de los 41.5 millones de malnutridos, alrededor de 7 millones 600 mil (el 6.1 por ciento de la población) padecen subalimentación. Otros 4 millones 800 mil (3.7 por ciento) se encuentran en inseguridad alimentaria grave. Y 28 millones 900 mil (22.4 por ciento), en inseguridad alimentaria moderada.
HAMBRE EN OAXACA
Hace unos días, EL IMPARCIAL, El mejor Diario de Oaxaca publicó en su nota de ocho columnas, el siguiente encabezado: Mueren por hambre 623 oaxaqueños en 2022.
¿Hambre en Oaxaca? Se preguntará usted. Bueno hay quienes dicen que nadie muere por hambre, pero sí por problemas asociados. Lo cierto es que sí, hay oaxaqueños que mueren por esa causa.
En dicha nota, nuestra compañera Yadira Sosa nos explica que durante 2022 Oaxaca ocupó el segundo lugar de los estados del país con el mayor número de muertes por desnutrición con un total de 623, apenas por debajo de Veracruz con 740.
La reciente actualización en la plataforma del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) con datos hasta 2022, mostró que en ese año el Estado de México, Puebla y Jalisco también presentaron altos números en defunciones por desnutrición con 617, 486 y 421, respectivamente.
En contraste, los estados que presentaron menor registro fueron Colima (22), Baja California Sur (27), Campeche (41), Durango (41), Nayarit (87) y Baja California (88), en otros del centro y norte del país.
En Oaxaca, de los 623 decesos por desnutrición, siete fueron en menores de un año, diez en los de 1 a 4; tres en los de 5 a 9; tres en los de 10 a 14; cinco de 20 a 24; cuatro en los de 25 a 29 y tres en los de 30 a 34.
En la última década, Oaxaca no ha logrado disminuir de manera significativa la mortalidad por desnutrición, ubicándose entre los tres primeros lugares de los estados con mayor registro anual.
En 2013, por ejemplo, se contabilizaron 709 muertes por desnutrición y 664 en 2014. Así también, 651 en 2015, 688 en 2016, 666 en 2017, 595 en 2018, 622 en 2019, 624 en 2020 y 694 en 2021, con mayor incidencia en personas adultas mayores.
De acuerdo con el panorama epidemiológico de la Secretaría de salud federal, Oaxaca acumula 99 casos por desnutrición severa en lo que va del año, 39 en hombres y 60 en mujeres, ubicándose en el lugar 13 de las entidades con mayor número.
Las causas de la desnutrición crónica o severa, de acuerdo a las instancias de salud, son múltiples e incluyen la desnutrición materna, el régimen alimentario deficiente e infecciones repetidas como causas inmediatas.
Por desnutrición moderada, el estado acumula 185 casos y ocupa el lugar 14 en el ámbito nacional, mientras que en desnutrición leve acumula mil 142 casos con un décimo lugar de mayor incidencia.
Vergonzoso que Oaxaca se encuentre entre los primeros estados cuyos habitantes padezcan desnutrición y que más de 600 hayan fallecido por esa causa. ¿Y en donde están los programas sociales que han sido creados para beneficiar la alimentación de los niños? ¿Dónde quedó el programa de Escuelas de Tiempo Completo, donde los niños cursaban sus estudios, pero donde también les daban alimentos para matarles el hambre? Habría que preguntárselo al presidente Andrés Manuel López Obrador.
Por cierto, viene una frase que cae como anillo al dedo, respecto a la desaparición de Escuela de Tiempo Completo. La frase es del extraordinario actor y director de cine, Woody Allen:
“El mago hizo un gesto y desapareció el hambre, hizo otro gesto y desapareció la injusticia, hizo otro gesto y se acabó la guerra. El político hizo un gesto y desapareció el mago”.
VAN LOS LIBROS RECHAZADOS
A unas semanas de iniciar el ciclo escolar 2023-2024, las autoridades educativas de Oaxaca ya iniciaron la distribución de los libros de texto gratuitos pese al rechazo que han mostrado hacia estos diferentes sectores de la sociedad.
Aún cuando no cesan cuestionamientos sobre el contenido en los libros que envió la SEP, en Oaxaca parece que no habrá mayor contratiempo en su distribución en las escuelas, luego de que la Sección 22 del magisterio oaxaqueño señalara que no se opondrá a que estos lleguen a las escuelas, porque realmente apenas los ocupan como apoyo en algunas materias.
Recordemos que desde hace años la Sección 22 asegura que no se guía por los lineamientos de la Secretaría de Educación Pública (SEP), sino por su Plan para la Transformación de la Educación de Oaxaca (PTEO).
En ese sentido, los libros de texto de la SEP apenas sí los abren en las escuelas según lo que aseguran los profesores de la Sección 22, y por lo cual no les afecta en mucho el polémico contenido para el ciclo escolar 2023-2024.
Lo mismo sucede con las escuelas particulares que también reciben libros gratuitos, pero su forma de educar se guía por textos que solicitan y pagan los padres de familia de determinadas editoriales.
Los que sí ocuparán los libros de texto son los profesores de la Sección 59 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), como parte del modelo de la Nueva Escuela Mexicana que impulsa el Gobierno federal.
En su momento, el fundador y primer secretario general de la Sección 59, Joaquín Echeverría Lara, dio su postura sobre los nuevos libros de texto gratuitos y afirmó que este gremio que se ha distinguido por no suspender labores con buenos resultados en sus escuelas, sí ocupará estos libros.
Al mismo tiempo, dijo que se harán observaciones y propuestas en beneficio de los estudiantes y con apoyo de padres y madres de familia, ante la polémica que se dio en torno al contenido.
