Falsos

Y EN DONDE se presume hubo cosas indebidas en el tema de cambio de adscripción de empleados es en el IEEPO.

Resulta que han detectado que, en la administración anterior –cuando la dependencia la encabezó FRANCISCO ÁNGEL VILLARREAL y terminó en manos de un encargado de despacho de nombre José Luis Rangel–, hubo posibles “ventas” de cambios de adscripción.

EN LOS pasillos del IEEPO se comenta que, EN estos cambios presuntamente indebidos, la “danza de dineros” (es aceptada la utilización de este sustantivo en plural) debió ser “harta” porque se hicieron a discreción.

LOS cambios de adscripción son muy socorridos por los trabajadores de la educación quienes, en un primer momento, con tal de ingresar a laborar al sistema educativo del Estado, aceptan empleos en plazas lejanas, los pueblos más recónditos.

Luego, en el rejuego del sindicalismo (en complicidad con funcionarios del IEEPO) de acuerdo a su participación y docilidad en las movilizaciones sindicales, los trabajadores de la educación, se van acercando –con cambios de adscripción– a la Ciudad de Oaxaca o a los lugares que ellos realmente desean. Pero, cuando querían evitar este tedioso requisito, algunos funcionarios del IEEPO “VENDÍAN” (¿será que solo fue en el pasado?) la “facilidad” de hacerlo.

LA MAYOR parte de los cambios detectados, se comenta, habrían sido en el nivel de secundarias generales y telesecundarias. Ahora tocará a los jurídicos del IEEPO comprobar en qué casos pudo haber este tipo de inconsistencias.

ME COMENTAN que muchos de los oficios y las minutas con que se soportan los cambios de adscripción no están debidamente integrados.

EN FIN, pronto sabremos a dónde conducen todas las series de irregularidades que está detectando la nueva administración jarista, no sólo en el IEEPO sino también en otras dependencias y hasta en algunos municipios, el caso de Oaxaca es uno de ellos.

Se suponía que en 2015, cuando le quitaron el control del IEEPO a la Sección 22, se acabaría la venta de plazas y demás corruptelas. Pues ya vimos que no. Si en administraciones anteriores en el gobierno de Oaxaca se vendieron plazas en complicidad con el Sindicato de Burócratas ¿Por qué el IEEPO y la Sección 22 serían la excepción?

EL SALTO DEL CHAPULÍN

Y AHORA que en la CDMX la ciudadanía pone cartelones en el Metro, pidiendo a CLAUDIA SHEINBAUM, que llame a ingenieros técnicos para dar mantenimiento al Metro, NO a la Guardia Nacional –para salvaguardarlo de enemigos imaginarios–. CRESENCIO SANDOVAL, toma el papel de secretario de la Defensa de Sheinbaum, NO de la Defensa Nacional, pues muy activo se le ve sosteniendo que son (los desastres del Metro) perpetrados por gente del sindicato; por delincuentes; que son desgastes de trenes viejos de los gobiernos pasados (cuando el obradorismo lleva un cuarto de siglo ininterrumpidamente gobernando a la CDMX); que son mafias; que son inconformes porque la jefe de gobierno va adelante en las encuesta; que son propaganda de oposición, en fin.

YA NO es la mano del hombre, pues no hay ruta que esté funcionando de manera normal con o sin Guardia Nacional, ese es el dictamen. Con trenes viejos, instalaciones eléctricas fatigadas, sistemas de cómputo  descompuestos, escaleras desarmadas, accidentes diarios, con gente hospitalizada sin atención médica. A SHEINMBAUM se le ve delirante evocando para todo al “compló”. Por eso prefiere atender las invitaciones en la provincia, donde le aplauden sin criticar la falta de atención a su ciudad.

EN FIN, entre robos inventados (al Metro), complots, desastres, el saldo del Metro de la muerte ha traído heridos, difuntos y una fábrica de culpables, mientras la señora de los aplausos, se la pasa de gira; la delincuencia como pez en el agua, surgiendo nuevas bandas de asaltantes de “monta choques”, con cómplices –según trascendidos- de la Guardia Nacional vendiendo cartuchos a la delincuencia, etcétera.

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