Tal parece que los únicos con intenciones de competir por la Presidencia de la República son las corcholatas de Morena, pues lo que podrían ser sus competidores en la boleta electoral se quedaron pasmados.
Y es que mientras Claudia Sheinbaum, Adán Augusto López y Marcelo Ebrard y hasta el cuarto mosquetero, Ricardo Monreal animan la sucesión presidencial, los que podrían ser sus oponentes se resguardan y prefieran no mostrarse, esperando tiempos mejores.
Incluso hasta los que abrieron la boca para presentarse como opciones dentro del mismo partido que las corcholatas, arriaron banderas y no se sabe nada de ellos y su pretensión por competir por la candidatura presidencial.
Dos de ellos, Antonio Pérez Garibay y Gerardo Fernández Noroña salieron a los medios para declarar sus pretensiones, pero después de eso no pasó nada.
Pérez Garibay padre del piloto de Fórmula 1, “Checo” Pérez, confían en que los triunfos de su hijo le permitirán incidir en los propósitos electorales, aunque ya bajó sus pretensiones y ahora asegura que será el candidato al gobierno de Jalisco, mientras que Gerardo Fernández que inició con recorridos por varios estados, ahora tiene su mira puesta en la alcaldía de Iztapalapa, zona por la que es diputado federal de mayoría por segunda ocasión.
En los frentes opositores todos se concentran en la elección que vendrá el año próximo en Coahuila y Estado de México, por lo que se ha bajado la escasa efervescencia que se tenía entre panistas y priistas presidenciales.
Los panistas iniciaron con una pasarela en la CDMX y ahora suspendieron la segunda a realizarse en Chihuahua el próximo domingo.
Con una amplia baraja compuesta por los gobernadores de Yucatán, Mauricio Vila; Chihuahua, Maru Campos y Querétaro Mauricio Kuri, además de Santiago Creel, Juan Carlos Romero Hicks y otros más, los panistas creen que de ahí puede salir el principal oponente de los aspirantes de la 4T.
Los priistas saltaron a la palestra con una amplia baraja donde Beatriz Paredes, Claudia Ruiz, José Ángel Gurría, Idelfonso Guajardo, Enrique de la Madrid, Alejandro Murat, Miguel Riquelme y otros más mostraron su disposición para participar en como aspirantes presidenciales del tricolor.
Sin embargo, con el paso de los días, con la excepción de entrevistas esporádicas de Beatriz Paredes y algunas reuniones escasas de Enrique de la Madrid y constantes declaraciones de Murat, lo demás quedó en el olvido.
Murat termina su gobierno el 30 de noviembre y anuncia que se dedicará recorrer el país en busca del respaldo suficiente para competir como candidato presidencial.
En el priismo todavía confían en que Alfredo del Mazo podría ser su carta secreta, si es que gana la alianza el proceso electoral en esa entidad el próximo mes de junio.
Claro que también hay nuevos competidores, pero con nulas posibilidades como es el caso del modelo Eduardo Verástegui, quien fue lanzado al ruedo en una reunión de conservadores.
Hay quienes insisten en convencer a José Woldenberg para que entre en la competencia, mientras se buscan otras opciones que, por el momento, no se advierten.
Claro que también queda el recurso del personaje que siempre es metido en todas las ternas, Juan Ramón de la Fuente, quien no quiere, como lo ha señalado en reiteradas ocasiones.
En fin, la sucesión presidencial parece restringida a las corcholatas de Morena y el cuatro mosquetero que poco a poco va avanzando en su pretensión.
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