Pensar que con depositar la basura en el sitio correspondiente ya se soluciona la contaminación es erróneo, considera el artista Manuel Miguel, quien dice que ese es sólo el inicio de un camino que recorrerán los desechos, en especial los que no se reintegran a la tierra, sino que permanecen por varios años o siglos en ella.
Eso es lo que pasa con los plásticos, entre ellos el PET. Ante esta problemática, el autor cuya obra se ha decantado por la preocupación ambiental, la conservación de las especies y el acercar el arte a sitios donde usualmente no se manifiesta o desarrolla un nuevo proyecto. Ecologismo escultórico es la propuesta en la que, a través de una serie de esculturas monumentales, Manuel Miguel busca que las personas reflexión sobre la generación de basura y el destino de los desechos. También, sobre el riesgo de extinción de especies animales.
Por ello, propone cinco piezas que a la vez de esculturas sirvan de contenedores de plásticos y a su vez den otro aspecto a la Villa de Etla, municipio donde arranca esta iniciativa. “Cuando estén llenos y cumplan su función, se buscará un espacio para integrarlos a la naturaleza, con enredaderas que los cubran y lo vuelvan un hogar para ciertas especies.
La primera de esas obras es un jaguar de 14 metros de largo por cinco de alto, que se presenta este sábado 14 de septiembre en esa comunidad. A esa seguirán esculturas en forma de: un colibrí, un burro mexicano, una tortuga y una guacamaya. Todas hechas con metal y que se instalarán en el municipio y sus agencias, para lo cual han conseguido el apoyo de las autoridades.
El proyecto es una iniciativa particular del artista Manuel Miguel, que busca servir de referencia para otras iniciativas ecológicas en el valle eteco. “Es ver que el arte no es sólo una cuestión elitista o un tema visual, sino que debe de tener funcionalidad e integrarse en proyectos de la sociedad y para el ecosistema”, explica el autor.
Antes de este proyecto, Manuel Miguel ha impulsado, en conjunto con otros compañeros del medio, el Movimiento Escultórico en diversos municipios del estado. Al igual que en este último caso, de Ecologismo escultórico, propone una visión del arte más cercana a la sociedad, con la salida de las piezas de las galerías y de los museos, para estar en espacios públicos o en comunidades donde generalmente es baja la oferta de exposiciones de este tipo.
Como referencia para este proyecto, el artista cuenta sobre la participación e intervención especial del Movimiento Escultórico en el Festival y foro ecológico del Río de los Perros, en Juchitán, en mayo pasado, donde se elaboraron esculturas-contenedores en forma de perro, para recolectar los plásticos y con ello reducir la contaminación del río de la región.
