La sexualidad continúa siendo un tema tabú en la sociedad; sin embargo, hay negocios que giran en torno a este tema y en la ciudad de Oaxaca las tiendas sensuales o “sex shops” comienzan a verse en más cantidad en diferentes puntos del centro.
Con locales visibles y señalizados con el giro que tienen, las tiendas que ofrecen artículos enfocados a experimentar el placer sensual del cuerpo son una realidad en Oaxaca, para cubrir una demanda que, si bien no se aborda abiertamente, existe.
Enfocados en vender juguetes de diversa índole, lencería, aceites, lubricantes y pastillas para aumentar el deseo o mejorar el desempeño, este negocio genera buenas ganancias, a decir de las personas que los atienden, ya que clientes hay constantemente.
La encargada de una tienda con extenso surtido en productos, cercano a la colonia Reforma, comenta: “las personas de ahora ya están muy despiertas”, dice al preguntarle por la cantidad y tipo de clientes.
Asegura que entra gente de todo tipo, lo mismo damas que caballeros, y aunque la mayoría va a buscar algo en específico y se comportan con naturalidad, le ha tocado en alguna ocasión que entran mujeres que, al comenzar a ver los productos, hacen expresiones de asombro y rechazo, pero continúan viendo la pared, que de piso a techo exhibe juguetes y dildos.
Ya que en esta tienda cuentan con una amplia variedad de productos, así como algunos que no se consiguen en otros lados, la empleada asegura que las madres llevan a sus hijos e hijas y son ellas, quienes les explican a los menores lo que son y para qué sirven.
Con año y medio atendiendo esta tienda, la empleada ha visto a muchas personas que van directo a comprar o por una recomendación; sin embargo, no ha faltado el personaje que piensa que en ese lugar puede encontrar otro tipo de servicios, como cabinas para ver películas, contratar bailarinas o sexoservidoras, giros a los que ellos no se dedican.
COMPRADORES Y SUS GUSTOS
El perfil del comprador es alguien que generalmente va por un producto en específico y son clientes habituales, y aunque también hay quienes entran para conocer lo que venden, la mayoría de ellos van con la mente abierta, sabiendo lo que pueden encontrar en su interior.
Aunque todavía es motivo de estigma social ver entrar o salir a alguien de una tienda erótica, debido a la poca información sobre sexualidad que se aborda en la familia o la escuela, estas tiendas han llegado a ser un espacio en el que también se busca información de este tipo.
Al iniciar en el empleo, ambas encargadas coinciden en que era un poco complicado porque experimentan vergüenza al desconocer el tema, los productos y sus funciones, pero con el paso del tiempo el ámbito les fue pareciendo de lo más normal, aprendiendo del tema incluso de los propios clientes, quienes a veces exponen sus historias y problemáticas para encontrar el producto adecuado.
La encargada de otra sex shop, ubicada a tres cuadras del Zócalo de la capital, lleva poco más de seis años en el negocio, por lo que ya identifica al posible comprador desde que entra.
Y aunque inició en el negocio sin saber nada del tema, ahora le es natural atender a cualquier cliente, ya que como dice “por qué nos vamos a espantar, en esta vida hay de todo”. Y agrega “hay que atender bien al cliente, hay que ser amables, aunque si se quieren pasar, tampoco nos vamos a dejar”, aludiendo a aquellos que intentan faltarle al respeto.
Con rangos de precios que van desde lubricantes de 40 pesos, tangas de 45 pesos, hasta juguetes de baterías de más de dos mil pesos y muñecas de tres mil pesos, el gasto que vaya a efectuar el cliente dependerá de su gusto y necesidades, aunque destaca que la mayoría no escatima en el precio del producto que busca.
La naturalidad con la que estas mujeres toman su empleo en una tienda erótica debería ser la misma con la que se deberían abordar los temas de sexualidad y placer. Así, quienes pasaron de desconocer del tema a vender juguetes y estimulantes, ven en estos negocios y los productos, una opción para experimentar diversas formas y métodos para obtener satisfacción, una experiencia disponible en estas tiendas, del centro de la ciudad de Oaxaca.
