La aplicación primaria sería en la industria cosmética y para probar medicamentos, haciendo que las pruebas en animales lleguen a un fin.
Si las pruebas resultan ser biocompatibles, la piel impresa también podría ser muy útil para realizar trasplantes a víctimas de quemaduras.
El prototipo de la impresora fue diseñado especialmente para apilar células de forma que el producto final asemeja a la piel humana los más posible. La piel impresa tiene una capa externa para protección (la epidermis), una capa gruesa en medio que actúa como a dermis y finalmente una hecha de células fibroblásticas. La ultima capa produce colágeno, la principal proteína estructural hallada en la piel y cabello que le da elasticidad y fuerza mecánica.
“Saber como mezclar los componente biológicos, en que condiciones trabajar con ellos para que las células no se deterioren y como depositar correctamente el producto es crítico para el sistema,” declaró el investigador Francisco del Cañizo del Hospital General Universitario Gregorio Marañón y la Universidad Complutense de Madrid.
El proceso puede ser ajustado para dos tipos de productos: piel alogénica (genéticamente distinto, por ejemplo de otra persona) y autóloga (obtenida del mismo individuo).
La piel alogénica puede ser obtenida de cualquier repertorio de celular y puede ser desplegado a gran escala. La piel autóloga está hecha para casos particulares porque la células que serán impresas deben ser obtenidas del paciente.
“Sólo usamos células humanas y componentes qe producen piel que es bioactiva y puede generar su propio colágeno humano, evitando, por lo tanto, el uso de colágeno animal como sucede en otros métodos,” aclaran los investigadores.
La importancia de éste método de bioimpresión recae en que permite que la piel sea generada en una forma automática, estandarizada y menos costosa que con la producción manual. Ahora la empresa BioDan Group quiere llevar éste método al mercado.Para nosotros cualquier nuevo sistema que ayude a terminar con las pruebas en animales nos parece genial, así que esperemos que el método pueda ser implementado en un futuro cercano.
Los detalles completos de la investigación han sido publicados en el diario Biofabrication.
