De acuerdo con publicaciones en la Revista de Actualización Clínica, de las complicaciones de la diabetes mellitus, es el coma diabético la más grave; el coma diabético se caracteriza por una descompensación orgánica y pérdida de conciencia.
Al respecto, Mayo Clinic define también al coma diabético como una complicación de la diabetes que compromete la vida y genera pérdida de conciencia. Las causas de coma diabético van de un extremo a otro: por un lado los niveles peligrosamente bajos o altos pueden producirlo, es decir, hiperglucemia o la hipoglucemia.
Coma diabético: un peligro mortal
Existe una gran duda sobre el estado de pérdida de conciencia en estado de coma diabético, porque aunque la persona está viva, esta no puede responder ni despertar de forma voluntaria ante estímulos como sonidos o imágenes, sin embargo, de no ser tratado, el coma diabético puede ser mortal.
Así, pueden existir 3 formas de presentación más frecuente de este coma:
1. Cetoacidosis. Que es la acumulación de cuerpos cetónicos en el plasma sanguíneo.
2. Coma hiperosmolar. Se manifiesta a través de una deshidratación extrema.
3. Coma hipoglucémico. En este caso, los niveles de glucosa en sangre descienden hasta menos de 50 mg/dl.
Los síntomas de nivel de azúcar bajo o alto en sangre pueden anteceder a esta peligrosa complicación, por ello deberás considerar:
Hiperglucemia (azúcar alto). Puedes experimentar la necesidad de orinar con frecuencia, fatiga, aumento de sed, náusea, vómito, dolor estomacal, falta de aire, boca muy seca, latidos acelerados del corazón y aliento con olor frutal.
Hipoglucemia (azúcar bajo). Cuando tienes un nivel bajo de azúcar en sangre puedes presentar algunos de los siguientes signos o síntomas:
Ansiedad, debilidad, fatiga, sudoración, nerviosismo, temblores, náuseas, aturdimiento, mareos, confusión y dificultad para hablar.
Finalmente hay que considerar que el coma diabético es una emergencia médica que causa la pérdida repentina de conocimiento.
Recuerda acudir con un especialista que te prescriba un plan de alimentación equilibrado acompañado de una rutina adecuada de actividad física, ambos personalizados.
La prevención es clave: comienza hoy a mantener un nivel de glucosa adecuado para evitar complicaciones.
