El cambio de gobierno federal, así como en los municipios de Valles Centrales, sumado a omisiones o negligencia en instancias estatales tienen al río Atoyac convertido en un basurero.

Lo anterior a pesar del mandamiento de un juez para que los tres órdenes de gobierno realizaran acciones de saneamiento y recuperación, de las cuales no se ha ejecutado ninguna.

Luego de dos años de lucha jurídica, en 2018 la organización Litigio Estratégico Indígena logró un amparo del juzgado primero de distrito del estado de Oaxaca para salvar los ríos Salado y Atoyac, ante su elevada contaminación con basura y aguas negras.

Pero autoridades federales, municipales y estatales interpusieron un recurso de revisión en contra de la sentencia de amparo al argumentar que ya realizan acciones para rescatar los afluentes.
Los recursos de amparo siguen en el Tribunal Colegiado Auxiliar de Acapulco, Guerrero, que a decir de la organización podrían resolverse en unos meses, lo que sentaría un precedente en el país y en Oaxaca en materia de medio ambiente y saneamiento.

En su oportunidad, el presidente de LEI, Carlos Morales Sánchez, expone que el Atoyac perdió la capacidad de auto regenerarse, dado su alto grado de contaminación.
A casi un año de que un juez ordenara proteger los ríos, “ejecutar y operar la infraestructura y los servicios necesarios para la prevención y control de la contaminación y el mejoramiento de la calidad del agua”, nada se ha concretado.

Cientos de descargas

Nazario García Ramírez, coordinador del Colectivo de Organizaciones Ambientales de Oaxaca (COAO), sostiene que existen más de mil descargas de aguas negras al río Atoyac, mismas que no han sido atendidas por las autoridades.

Apunta que a lo largo del afluente se pueden observar las descargas contaminantes, además del saqueo indiscriminado de material pétreo, lo que ha sido denunciado ante la Comisión Nacional del Agua (Conagua).

El ambientalista lamenta que en parte por componendas políticas no se han aterrizado acciones concretas de rescate del Atoyac y Salado, “tenemos que ser muy conscientes de los intereses económicos que aparecerán para acercarse de recursos.

“Tenemos que denunciar y exigir al Gobierno del Estado y al de la capital, al ser de los que más contaminan sus aguas, debido a que se tienen cientos de descargas y explotación ilegal de sus recursos”, expone.

Por su parte, Sergio Pablo Ríos Aquino, integrante de la asociación Ingeniería y Medio Ambiente, presentó el diseño y establecimiento de un Plan de Seguridad y Saneamiento de la subcuenca alta del río Atoyac, que requiere una atención integral y cuyos resultados no se verían sino hasta en 10 o 15 años.

Agoniza el río Atoyac en Oaxaca; señalan omisión de autoridades