Crónica: “Nadie pone orden aquí”
La cara de Matías es de molestia cuando el chofer le rechaza el pago de 4 pesos de pasaje; alega que como estudiante tiene derecho a un descuento.
Y es que desde las primeras horas del lunes, los empresarios del transporte público aplican el aumento a la tarifa en el servicio de transporte urbano aún cuando no han retirado de las calles la totalidad de unidades en mal estado.
En su argumento, el chofer apela a que oficialmente las clases empiezan el próximo lunes 20 de agosto, pero el joven no se desgasta en explicar que en la preparatoria ya iniciaron actividades.
Toma sus 4 pesos y lo vuelve a intentar ahora en otra unidad de motor.
Un movimiento de cabeza de izquierda a derecha por parte del conductor y el movimiento de la mano para depositar las 4 monedas de a un peso en el fondo de la tarima de cobro, es la señal de que puede pasar.
“Nadie pone orden aquí”, exclama el joven mientras toma asiento en un sillón sostenido por un cordel que pende del tubo del pasamanos.
Esta actitud por parte de quienes conducen en ocasiones a exceso de velocidad, jugando carreras con otros choferes de líneas contrarias y la falta de respeto a adultos mayores, es lo que molesta a los usuarios.
Aunque el incremento -injustificado para muchos- ha buscado que no impacte tan duramente en los bolsillos de los capitalinos, cada vez son más las personas que caminan por las calles de la ciudad.
Un ejemplo se observa en las calles de J.P García dado que por más de 400 metros hay personas desplazándose del centro histórico hacia la Central de Abasto o la zona sur de la capital.
La molestia es evidente de la sociedad, quien ha mostrado cierta indiferencia a la hora de exigir se respete sus legítimos reclamos para tener un servicio de calidad y no ser engañados como siempre.
Aunque en las noticias del canal de televisión estatal aparece el encargado de despacho de la Secretaría de Movilidad Urbana (Semovi) de Oaxaca, Alejandro Villanueva López comprometiendo la revisión del transporte, en la calle tienen sus dudas.
Los usuarios tendrán que caminar si no quieren pagar sus 8 pesos o soportar el audaz recorrido de los camiones mientras recorren a gran velocidad las estrechas calles y avenidas de la ciudad de Oaxaca.
