Magisterio y organizaciones marchan en Juchitán, Oaxaca
En Juchitán, más del 50 por ciento de las escuelas siguen cerradas, ni los maestros, ni los padres de familia se sienten seguros
Maestros de la Sección 22 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) marcharon este viernes desde Asunción Ixtaltepec hasta la ciudad de Juchitán para exigir a las autoridades la revisión de escuelas y reconstrucción de viviendas dañadas por los sismos de septiembre.
En la movilización participaron más de 5 mil maestros adheridos a la CNTE de las ocho regiones del estado. La marcha partió desde el municipio de Asunción Ixtaltepec, una de las localidades más dañadas por los sismos.
Los profesores, a quienes se les fueron sumando ciudadanos y organizaciones sociales, caminaron más de 10 kilómetros para exigir a los gobiernos estatal y federal la revisión de todas las escuelas dañadas por los sismos, tanto del 8.2 grados del 7 de septiembre, como el de 6.1 grados del 23 de septiembre.
Asimismo exigieron a las autoridades la reconstrucción de todas las viviendas dañadas por los sismos, esto luego de cientos de familias no les fueron censadas sus casas por el sismo del 23 de septiembre que también dejó severos daños.
En Juchitán, más del 50 por ciento de las escuelas siguen cerradas toda vez que ni los maestros ni los padres de familia se sienten seguros de estar en las aulas dañadas por los sismos. La marcha concluyó en el centro de la ciudad de Juchitán sin incidentes.
Víctor Carrasco, dirigente de la Coordinadora General de Damnificados, señaló que para las autoridades, la emergencia ya fue rebasada. Sin embargo, hay cientos de familias sin hogar que viven aún en sus patios y en la calle, además de toneladas de escombros que no han sido retirados.
Indicó que existen inconsistencias en la entrega de los apoyos, toda vez que muchas familias perdieron todo su patrimonio y sólo se les entregó una tarjeta de apoyo de Bansefi de 15 mil pesos. “Ni los 120 mil alcanzan para reconstruir una vivienda”, expresó.
Asimismo exigieron un nuevo censo por los daños que dejó el sismo del 23 de septiembre a cientos de viviendas en la región del Istmo de Tehuantepec y que no están siendo contempladas por las autoridades.
