Estar “depre” el malestar que “está de moda”
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Columna

Estar “depre” el malestar que “está de moda”

¿Qué puede provocar la depresión?


¿Quién no ha dicho alguna vez “estoy depre”, cuando se siente triste?

La tristeza es un hecho normal de la vida. La idea intuitiva que tenemos sobre lo que es estar deprimido nos parece que guarda relación con ella. Pero es diferente a la depresión.

En general, cuando una persona se deprime pierde la capacidad para desear, hacer proyectos, luchar para lograr sus deseos, ilusionarse con ellos y realizarlos. Así como soportar la frustración si no se logran.

Cualquier persona puede sufrir una depresión en cualquier etapa de su vida. Nadie está libre. Pero… ¿existe la depresión en la adolescencia?

Es un hecho. Los niños se deprimen, y los adolescentes más. Casi uno de cada 10 puede padecerla. Entre los 15 y 18 años es dos veces más frecuente en chicas que en chicos.

¿Qué puede provocar la depresión?

Hay situaciones que aumentan el riesgo de depresión, como son:

Conflictos, sobre todo cuando ocurren de forma sucesiva.

Enfrentamientos con los padres, divorcios conflictivos, maltrato.

Problemas en el entorno social y académico: fracaso escolar, acoso y ciberacoso, rupturas sentimentales, aislamiento. Situaciones de necesidad económica.

Enfermedades físicas que produzcan discapacidades, y otras enfermedades mentales (ansiedad, fobias, trastornos alimentarios, adiciones a drogas…).

Las causas que pueden llevar a la depresión no siempre están claras. Las situaciones que hemos dicho no tienen porqué provocarla siempre. Y hay veces en las que no se identifica ninguna.

¿Cómo puedo saber si tengo depresión?

Estos son los sentimientos que suelen tener las personas deprimidas:

– Tristeza, que es especial en la depresión. Permanece a lo largo del día y dura semanas o meses, e impregna cualquier actividad. Solo de forma breve parece disminuir para volver enseguida a torturarnos. Pueden aparecer ganas de llorar, incapacidad para hacerlo o crisis de llanto sin motivo aparente.

– Pérdida de la capacidad de disfrutar. Cosas que antes nos entusiasmaban ya no tienen interés.

– Irritabilidad, con enfados que uno mismo comprende son inmotivados o excesivos. Se “salta” por cualquier cosa.

– Problemas del sueño: se tarda en quedar dormido y/o se despierta varias veces en medio de la noche. Son frecuentes pesadillas, sueños de muertes y catástrofes.

– Dificultades para levantarse por la mañana y empezar el día.

– Inactividad, desgana y apatía. Sensación de aburrimiento del que no se puede salir.

– Cansancio físico, falta de energía.

– Aumento o disminución del apetito, que pueden producir cambios importantes en el peso.

– Dolor de cabeza o abdominal, palpitaciones cardiacas, inseguridad respecto a la propia salud. A veces son el único motivo de consulta al médico.

– Problemas de atención y concentración, que pueden afectar al rendimiento escolar y las notas.

– Falta de deseo de vivir. A veces surge la idea de quitarse la vida.

– La depresión puede acompañar a otros problemas mentales, como las fobias, hipocondría, adiciones, trastornos de la alimentación y otros.

En contra de lo que el depresivo piensa, y alguna gente también, estos síntomas no son expresión de cobardía o falta de valor, habilidad o inteligencia para enfrentarse a la vida. Son la consecuencia de padecer una enfermedad.

Ante cualquiera de estos síntomas es necesario que hables con tu familia y amigos, cualquiera de ellos puede ayudarte a encontrar una solución y te brindará su apoyo incondicionalmente, debes saber que aunque a veces lo parezca, nunca estarás solo.


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