Con la presentación del Volkswagen “El Oaxaqueño”, se reconoció la labor y el trabajo de Alberto Magaña, como pionero del deporte motor en la entidad.
El Oaxaqueño fue el primer auto del estado que tomó parte en La Carrera Panamericana en el año de 1992, en su segunda época la tripulación estuvo encabezada por Jorge Reyes que fue el piloto y como navegante estuvo Alberto Magaña.
La reunión que sirvió para presentar al auto, tal y como estaba en ese año, fue encabezada por el piloto Emilio Velázquez Rivera, su padre del mismo nombre Emilio Velázquez, el delegado honorario de La Carrera Panamericana en Oaxaca Gustavo Toledo, directivos del Oaxaca Automóvil Club (OAC), como Francisco Franco, el hijo de Alberto Magaña, Adrián, así como la hija de este, entre otros muchos que se iniciaron en este deporte hace ya casi 40 años.
Fue Adrián Magaña quien agradeció las muestras de cariño, hacia su padre.

Por su parte Jorge Reyes piloto del Oaxaqueño en 1992 recordó todas las contrariedades que debieron enfrentar durante su participación en La Carrera Panamericana, que hizo que “Beto” Magaña le colocará una cuerda al auto para buscar jalarlo y así tratar de llegar a la meta, entre muchas otras cosas que debieron superar.
Por su parte, Héctor Castañeda que fue el mecánico del auto, reconoció que iban en la carrera arreglando los desperfectos que presentaron con el fin de terminar, y declaró “estoy feliz de estar aquí de nuevo, reunidos con el coche que nos dio gloria y muchos malos y buenos momentos”.
Por su parte amigos de Alberto Magaña declararon, que fue Beto, el autor del OAC, “él nos presentó la idea de participar en La Carrera Panamericana, el apoyo de Beto para participar fue importante estamos seguros que donde esta, estará muy a gusto de que el Oaxaqueño sigue”.
El presidente del OAC, Francisco Franco, dijo que el club sigue vigente, con competencias nacionales e internacionales.

El piloto oaxaqueño Emilio Velázquez, destacó el legado de “Beto” Magaña en el automovilismo, “para mí fue la 12ª participación en La Carrera Panamericana y si este coche no hubiera existido, no hubiera muchos participantes en la carrera”.
Pablo Calderón, declaró que pese a no haber participado mucho, “Beto” no solo fue amigo fue un hermano para todos.
Instantes después Adrián Magaña y su hija, fueron los encargados de develar al “Oaxaqueño”, con los mismos colores, patrocinadores que tuvo en su debut en La Carrera Panamericana en 1992.
Ahí mismo, Emilio Velázquez Rivera obsequió el “Oaxaqueño” a Adrián Magaña, y reconoció que luego de pasar por algunas personas más, el auto estaba en poder de los hermanos Méndez, quienes se los compró y desde hace casi un año comenzó el proceso de restauración, que incluyó suspensión, motor, sistemas eléctricos, así como se con imágenes de la época se lograron dejarlo casi idéntico, desde luego, con mejoras de hoy en día.