Estamos por comenzar un nuevo año que a nivel personal genera planes y propósitos nuevos, sin embargo, como ciudadanos y mexicanos este año también genera grandes expectativas y retos, por ejemplo, los retos de salud para México, pilar del bienestar para todo ser humano.
Y es que, recientemente México eligió un nuevo gobierno encabezado por el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y la Secretaría de Salud (Ssa), tiene ya un nuevo Secretario, el doctor Jorge Alcocer Varela; lo anterior se traduce en nuevas estrategias y gestión que significaría cambios respecto a lo hasta ahora establecido.
En ese sentido, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), advierte que México tiene grandes retos en materia de salud pues las desigualdades continúan y enfermedades crónicas como la diabetes y la hipertensión impactan más en las regiones con mayor pobreza.
Los más grandes retos de salud para México en 2019
Al respecto, Jesús Santiago Reza Casahonda, coordinador de Vinculación y Desarrollo Académico del Departamento de Salud Pública en la Facultad de Medicina (FM) de la UNAM menciona que los principales retos de salud que enfrenta el nuevo gobierno, son:
1.Optimizar la Reforma de Salud
2.Generar un sistema de salud único, universal y gratuito
3.Enfrentar la epidemia de obesidad y sus consecuencias
4.Crear una perspectiva de género en los servicios de salud
5.Mejorar las condiciones de contratación del personal de salud.
Reza Casahonda refiere que la reforma no funcionó debido a que las desigualdades en el país continúan y detalla:
“Lo único que se logró fue tercerizar los servicios, es decir, contratar a empresas privadas para realizar diálisis a pacientes con insuficiencia renal y estudios de laboratorio, entre otros”.
El especialista también explicó que la reforma otorgó poco crecimiento al primer nivel de atención y desmanteló los servicios en todas sus dimensiones.
Finalmente, Reza explicó que pare generar un sistema único y gratuito de salud deberá generarse una transformación del reconocimiento a la salud como un derecho humano, es decir, un derecho universal e inalineable y que por definición debe ser garantizado por el Estado y puntualizó que, por lo tanto, la gratuidad y la universalidad son exigibles.