El servicio de transporte público que conecta Salina Cruz con Juchitán, a través de la empresa Istmeños, ha sido severamente cuestionado por sus malas condiciones, tanto en los vehículos como en la actitud de los choferes, quienes no respetan las normas básicas de tránsito. A pesar del reciente incremento en las tarifas, que ha sido aprobado sin el consentimiento de la Secretaría de Movilidad de Oaxaca (SEMOVI), los usuarios enfrentan una situación de constante riesgo, debido a las pésimas condiciones de las unidades.
SE INTENSIFICIAN DENUNCIAS
La denuncia pública se intensificó este lunes, cuando un chofer de la empresa cometió una grave infracción al pasarse el alto de un semáforo en la Carretera Transístmica 185, en Salina Cruz. Con ello, poniendo en peligro la vida de los pasajeros y otros conductores. Este incidente es solo uno de muchos que evidencian la falta de responsabilidad y profesionalismo de los choferes de Istmeños.

Sin embargo, lo más alarmante son las condiciones en las que circulan las unidades. Reportes recientes indican que algunos autobuses están en tan mal estado que presentan graves problemas de mantenimiento, como llantas desgastadas y alambres expuestos. Lo que aumenta significativamente el riesgo de accidentes. El mismo lunes, se reportó una unidad con llantas en tan malas condiciones que los alambres de las mismas sobresalían. Lo que hace aún más preocupante la situación.
PELIGRO LATENTE
A pesar de las denuncias, las autoridades parecen ser cómplices de esta negligencia. Ya que, permiten que las unidades sigan circulando y han autorizado el aumento de tarifas sin una revisión adecuada. Este tipo de “ataúdes rodantes”, como los han llamado algunos usuarios, representan un peligro constante para quienes dependen del transporte para sus traslados diarios.
Ante esta grave situación, se hace un llamado urgente a las autoridades correspondientes para que tomen medidas y realicen una revisión exhaustiva de las unidades de Istmeños. Con el fin de garantizar la seguridad de los usuarios. Los pasajeros exigen que se garantice un servicio digno y seguro. Y además se evite poner en riesgo la vida de los habitantes de la región.
Finalmente, la ciudadanía espera que, en lugar de permitir que los autobuses sigan circulando en condiciones deplorables y con conductores irresponsables, las autoridades actúen de manera firme para erradicar esta problemática, que podría tener consecuencias fatales si no se corrige a tiempo.