La tarde del sábado, un devastador incendio en la Refinería Antonio Dovalí Jaime de Petróleos Mexicanos (Pemex) en Salina Cruz dejó un saldo trágico de, al menos, una persona fallecida y una más gravemente herida. El incidente, que ha dejada perpleja a la comunidad local y ha puesto en evidencia serias deficiencias en los protocolos de seguridad y manejo de residuos. Lo que su vez ha generado una ola de preocupación y demanda de respuestas claras.
IDENTIFICACIÓN DE LAS VÍCTIMAS
Según los reportes, las víctimas mortales han sido identificadas como Mariana B. S., de 20 años, tramitóloga empleada de la empresa subcontratada ESEASA y Pesado Transport. El cuerpo de Mariana fue hallado en el asiento trasero de una camioneta pickup de doble cabina.
El sobreviviente de este trágico evento es Juan M. El cual se encuentra internado en el hospital regional del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) con graves quemaduras en diversas partes de su cuerpo. Meléndez, al igual que las víctimas fatales, trabajaba para la misma empresa que está involucrada en la construcción de una planta coquizadora dentro de la refinería.
CAUSAS DEL INCENDIO
De acuerdo con los primeros informes, el incendio se originó en una bodega de la refinería, y se sospecha que la camioneta involucrada pudo haber sido el punto de partida del fuego. Los registros de la refinería muestran que las alcantarillas estaban llenas de residuos de aceite e hidrocarburos. La lluvia del día anterior desbordó las alcantarillas, y el paso de la camioneta provocó fricción, desencadenando el incendio.
Por otra parte, trabajadores presentes en el lugar han relatado que las tapas de metal de las alcantarillas se desprendieron violentamente. Además, las alcantarillas, al no estar adecuadamente mantenidas, contribuyeron a la propagación del fuego.
“Las tapas de metal volaron como si fueran de plástico”, comentaron los testigos, quienes también señalaron que los canales de aguas pluviales no se habían desfogado debido a la falta de mantenimiento de las plantas de tratamiento de aguas residuales, que llevan una década sin funcionar correctamente.
FALTA DE COORDINACIÓN Y CONTAMINACIÓN AMBIENTAL
El caos en la refinería se vio agravado por la falta de una evacuación organizada. Los trabajadores de ICA y otras empresas involucradas en la construcción de la planta coquizadora abandonaron el área por su cuenta. Sin recibir el apoyo adecuado para evacuar de manera segura. Este incidente ha puesto de manifiesto la insuficiencia de los protocolos de emergencia y la falta de preparación para enfrentar situaciones de esta magnitud.
Además, el emisor de residuos de la refinería, que debería estar ubicado mar adentro frente a la Bahía La Ventosa, está defectuoso y opera en la orilla. Esta deficiencia contribuye a una contaminación ambiental crónica, con residuos de petróleo y aguas negras vertiéndose directamente al mar, una situación que ha sido reportada repetidamente sin medidas correctivas adecuadas.
RESPUESTA DE LAS AUTORIDADES
La Coordinación Estatal de Protección Civil y Gestión de Riesgos (CEPCyGR) informó que el incendio fue controlado a las 15:00 horas del mismo día. La dependencia continúa trabajando en la evaluación de las causas del siniestro y en la gestión de las consecuencias del incendio.
Finalmente, con este trágico suceso se resalta la urgente necesidad de revisar y reforzar los procedimientos de seguridad y mantenimiento en las instalaciones industriales. Así como de garantizar una adecuada gestión de los residuos para evitar futuros incidentes.