La temporada decembrina en Oaxaca trajo, además de luces y festejos, tragedias que dejaron huella en varias familias. En los primeros días de la temporada, un potente cohetón explotó en manos de un hombre, causándole severas lesiones y afectando a sus dos pequeños hijos.
La niña sufrió el impacto expansivo en el pecho, mientras que el otro menor resultó con heridas más graves. Los tres fueron trasladados de urgencia a un hospital para recibir atención médica.
Esta escena, dramática y evitable, es apenas un reflejo de lo que el Heroico Cuerpo de Bomberos enfrentó durante las celebraciones. Jorge Arturo Rivas Hernández del Río, director de la corporación, compartió en entrevista las cifras y retos de este periodo: entre el 22 y el 31 de diciembre de 2024, los bomberos sofocaron 22 incendios en todo el estado. De estos, nueve fueron estructurales, uno vehicular y el resto se desarrollaron en pastizales, terrenos baldíos o montones de basura.
“La mayoría de los incendios en terrenos baldíos y pastizales fueron provocados por pirotecnia. Solo nos encargamos de sofocarlos; si está involucrada pólvora, la investigación recae en la Fiscalía o la Guardia Nacional”, explicó.
Un caso particular ocurrió en San Jacinto Amilpas, donde un taller con almacenamiento de pirotecnia se incendió. Aunque el fuego fue controlado por los bomberos, una persona resultó lesionada y decidió retirarse sin proporcionar información. El inmueble quedó bajo resguardo de la Policía Estatal.

Además de la pirotecnia, otro foco de problemas fueron las fogatas encendidas por indigentes en terrenos baldíos para contrarrestar el frío. “Muchas veces prenden fuego para calentarse o quemar basura, pero se les sale de control y terminan incendiando pastizales, llantas o plásticos, lo que genera humaredas tóxicas y difíciles de controlar”, comentó el director.
Las cifras y los relatos reflejan la urgencia de tomar medidas preventivas. Rivas Hernández hizo un llamado a la ciudadanía para limpiar terrenos abandonados, desconectar aparatos eléctricos al salir de casa, evitar sobrecargar enchufes y apagar velas o veladoras antes de dormir.
“El fuego no respeta nada, y una chispa puede ser el inicio de una tragedia mayor”, concluyó el director, al reafirmar el compromiso del Heroico Cuerpo de Bomberos de Oaxaca de seguir atentos y dispuestos a servir a la población, aunque no sin insistir en la corresponsabilidad de las autoridades y los ciudadanos para evitar que las celebraciones terminen en cenizas.