Lo que debía ser una jornada democrática para elegir al nuevo agente municipal de Santa María Ixcotel, terminó en un zafarrancho. Este domingo, en medio de una asamblea con más de 800 ciudadanos, se desató una violenta confrontación que dejó al descubierto las fracturas políticas y los intereses ocultos que envuelven a Santa Lucía del Camino.
La elección, que culminó con la toma de protesta de Leticia Santiago Wendolain como nueva agente municipal, fue interrumpida abruptamente por la irrupción de un presunto grupo de choque. De acuerdo con testigos y la propia candidata electa, los agresores estarían vinculados al presidente municipal Juan Carlos García Márquez. Quien ya habría impugnado una primera elección donde también ganó Wendolain el pasado 9 de marzo.
PUÑOS, PATADAS Y SILLAZOS: LA JORNADA SE SALIÓ DE CONTROL
Según asistentes y videos que circularon en redes sociales y grupos de WhatsApp, la irrupción derivó en una gresca con puñetazos, patadas y hasta sillazos en la explanada de la agencia municipal. En medio de la confusión, también se desplegó un operativo de la Policía Municipal de Santa Lucía del Camino, cuyos elementos —lejos de apaciguar los ánimos— terminaron enfrentándose con algunos ciudadanos.
Al menos tres personas fueron detenidas, pero los participantes de la asamblea acusan a los elementos de “actuar con parcialidad” y proteger a los agresores.
“Exhorto al edil García Márquez a que deje de entrometerse en la vida interna de la comunidad. No puede seguir utilizando a la policía municipal como brazo represor”, declaró Santiago Wendolain tras los hechos.
¿QUIÉN DESATÓ LA VIOLENCIA? POSTURAS ENFRENTADAS
Mientras simpatizantes de Leticia Santiago culpan directamente a García Márquez de intentar sabotear el proceso, versiones encontradas aseguraban que fue el equipo del exedil Dante Montaño, aliado de la candidata, quien habría organizado el grupo de choque al ver que perdía la contienda.
Entre los señalados se encuentra Francisco Velásquez, actual Director de Patrimonio y exlíder porril de la UABJO, conocido como “El Sonrics”, a quien acusan de encabezar la revuelta.
“Una vez más, Dante Montaño mete las manos para imponer su ley en Santa Lucía. No le bastó con dejar el municipio dividido y ahora quiere controlar las agencias con violencia”, acusó un ciudadano opositor.
COMUNICADO DE GOBIERNO DE SANTA LUCÍA DEL CAMINO
Por su parte, el gobierno municipal de Santa Lucía del Camino emitió un comunicado que de manera sintética plateaba lo siguiente:
Tras los hechos de violencia ocurridos durante la elección en la Agencia de Santa María Ixcotel, la Policía Municipal identificó a un grupo de choque encabezado por Francisco Velásquez, quien, según testigos y videos, alteró el proceso democrático. Por esta razón, se resguardó la agencia municipal. Más tarde, otro grupo intentó ingresar por la fuerza, desoyendo las recomendaciones de seguir los cauces institucionales, lo que obligó a las autoridades a actuar para proteger documentos y bienes de la agencia.
El Ayuntamiento de Santa Lucía del Camino reafirma su compromiso con la seguridad de la población e hizo un llamado a los aspirantes a cargos en Ixcotel a respetar las leyes. También se denunció la difusión de información distorsionada por algunos medios, lo cual contribuye a polarizar la situación sin apegarse a la veracidad periodística.
A PESAR DE TODO, HUBO ELECCIÓN Y TOMA DE PROTESTA
Pese al ambiente tenso, la asamblea logró culminar con la votación y la toma de protesta de Leticia Santiago Wendolain, respaldada por una nutrida asistencia. No obstante, la disputa por la legitimidad del proceso apenas comienza.
Se desconoce si el municipio reconocerá oficialmente el resultado, mientras crece la exigencia de que el Instituto Estatal Electoral y la Secretaría de Gobierno intervengan para evitar una escalada mayor de violencia en la región.
Finalmente, organizaciones ciudadanas y observadores locales lamentaron la actuación de la Policía Municipal. Con ello, señalando omisión, parcialidad y uso excesivo de la fuerza. Además, acusan al gobierno de Santa Lucía del Camino de ignorar la solicitud de seguridad formalmente presentada ante la Secretaría de Seguridad Ciudadana.