Cuatro trabajadores de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) que fueron víctimas de un secuestro virtual, fueron rescatados ayer por elementos de la Agencia Estatal de Investigaciones destacamentados en Matías Romero.
De acuerdo con el mando policial, dos depósitos que exigía el supuesto grupo delictivo Los Zetas no se pudieron cancelar, mientras que otros dos envíos no se realizaron ante la inmediata intervención de los agentes.
Raúl, Enrique Josué, Efraín Santiago e Irving Antonio, trabajadores de la CFE, procedentes del estado de Tabasco, llegaron a la región del Istmo para un operativo de reparación del servicio eléctrico, principalmente en Juchitán, donde la red eléctrica se vio afectada tras el terremoto acontecido el pasado 7 de septiembre.
Primeramente llegaron a instalarse al hotel El Asadero, en las habitaciones número 15 y 20, dónde alguien telefónicamente los contactó, a través del número del hotel.
La investigación de los AEI revela que el primero que recibió la llamada fue Raúl, hospedado en la habitación 15, en la cual un masculino se hizo pasar por el grupo delictivo de “Los Z”, diciéndole que encontraron un vehículo abandonado con armas y droga y que andaban verificando la información si era propiedad de alguno de los hospedados. Mañosamente obtuvieron el número de celular de Raúl.
Enseguida, Raúl se va a la habitación 20 de sus compañeros de trabajo, y les dice lo sucedido sin colgar la llamada, les empiezan a pedir sus datos personales, así como el de sus familiares a quien contactar.
Ante el temor de que les dijeron que tenían rodeado el lugar con un comando armado y de que la policía del lugar la tenían trabajando para ese grupo delincuencial, cada uno proporcionó sus respectivos datos.
Enrique Josué pudo mandar un mensaje de WhatsApp a su jefe, un Subgerente de Subestaciones de la CFE y coordinador de contingencias.
En este mensaje le avisó brevemente que estaban secuestrados, pero después de un lapso, se metió al baño y le realizó una llamada para explicarle.
El delincuente al teléfono pidió que se salieran de ese hotel y se fueran caminando de dos en dos hasta otro hotel que estuviera cercano, llegando así al Hotel Posada del Sur, donde pidieron una habitación a nombre del ingeniero Roberto, la cual ya la había pedido el secuestrador virtual.
Durante la estancia en este hotel, el delincuente les pidió que se desvistieran y se vendaran los ojos cada uno, que se tomarán fotos y videos de cada víctima en esa condición, la cual utilizaron para mandárselas a cada familiar y pedir su rescate respectivo vía depósito. Así también les realizaron una videollamada.
“¿Cómo te llamas, qué haces aquí, de dónde vienes, quién te levantó?, les preguntaba el delincuente para así enviarles el video a sus familiares.
También les pidieron que así, vendados de los ojos e hincados, enviaran un mensaje que sus familiares “estamos bien, no se preocupen”.
Aparentemente, gracias a la llamada que hizo una de las víctimas a su jefe inmediato, elementos de la Policía Municipal fueron alertados en los primeros minutos de ayer, quienes acudieron al hotel El Asadero, para constatar el supuesto secuestro, pero las víctimas dijeron que no, que todo estaba sin novedad.
“Por el temor que teníamos y por lo que nos dijo el delincuente fue que respondimos que no”, declaró después uno de los ofendidos.
Aproximadamente a las 11:00 de ayer, se recibió nuevamente el reporte de que personal de CFE se encontraba secuestrada en el Hotel El Asadero, por lo que el comandante regional de la zona norte del Istmo, en compañía de cuatro agentes, se movilizaron.
La recepcionista del hotel confirmó que efectivamente hay personal de CFE hospedado en ese sitio, que como a las 01:00 horas aproximadamente, llegaron elementos de la Policía Municipal, diciendo que tenían el reporte que había personas secuestradas en la habitación número 20, pero que enseguida se fueron.
Asimismo, fueron enterados los agentes que entró una llamada al teléfono del hotel, preguntando qué gente estaba hospedada y que le comunicara con alguno de ellos.
Les añadieron que como entre las 03:00 o 03:40 horas aproximadamente, las personas hospedadas en las habitaciones 15 y 20 salieron del hotel, primero dos personas y minutos más tarde salieron las otras dos, viendo que se fueron sobre la carretera, caminando en dirección hacia el 99º Batallón de Infantería de la Secretaría de la Defensa Nacional, dejando estacionadas en el hotel sus camionetas oficiales de CFE.
“Se nos permitió ingresar a inspeccionar las habitaciones con números 15 y 20, corroborando que efectivamente en ambas habitaciones se encontraban su pertenencias todavía, incluso en la habitación 20 y sobre la cama se encontraban dos celulares, así como las llaves de las camionetas y equipo técnico de CFE”, asentaron los investigadores.
Para descartar o confirmar el supuesto secuestro, los agentes se dirigieron hacia la ruta que habían caminado los trabajadores, sobre la carretera federal Transístmica 185.
“Nos constituimos precisamente en el Hotel Posada del Sur, previa y plena identificación de nuestra parte, nos entrevistamos en la recepción con personal del citado hotel, al tener conocimiento de nuestra encomienda, nos permitieron inspeccionar algunas habitaciones”, dijo un mando policial.
En la habitación marcada con el número 11, los agentes encontraron a los empleados de la CFE, quienes mostraron temor, inclusive tenían una videollamada en curso con el o los delincuentes, colgando la misma en el momento.
Tras identificarse los agentes, las víctimas entraron en confianza y enseguida, cada víctima llamó a sus familiares para que cancelaran los depósitos que iban a realizar, trasladándolos a las oficinas de la AEI.
Dos de las víctimas realizaron depósitos por las cantidades de 59 y 100 mil pesos, ambos en cuentas de Banco Nacional de México.