Los movimientos sociales que existen en Oaxaca, son verdaderamente problemáticos, unos normalistas atentan contra el servicio público de transporte urbano, paralizan las principales avenidas de la ciudad, no permiten el paso a vehículos, se organizan para manifestarse contra el examen para ser evaluados como Profesores, no digamos como Maestros, porque todas las profesiones requieren posgrados que muchos de estos muchachos no alcanzan o no tienen, a fuerza de paralizar las calles y avenidas quieren ser escuchados por la sociedad que no los escuchará más, las peticiones no las hacen a quienes verdaderamente deben hacerlas con el respeto al orden constitucional.
Por otra parte, las manifestaciones públicas de mujeres que pintan y rompen vidrios, atentan contra negocios establecidos, golpean hombres con el pretexto feminista de que son violentadas, tampoco se apoya por la sociedad que una y otra vez es ultrajada por movimientos llamados “sociales”.
No se vislumbra que acudan a las instituciones a pedir y exigir conforme a derecho, porque acaso si la sociedad se da cuenta, no tienen asesores o asesoras para justificar sus protestas, sino que hieren y lastiman a la sociedad con la toma de carreteras y pintas, con invadir las calles con vandalismo y falta de cultura.
Hay una sociedad cansada de esta delincuencia “social”, organizados unos, sindicalizados otros, delincuencia establecida en instituciones educativas o en política encubierta de grupos, como pretextos unos, para exigir la no aplicación de un examen por un lado y por otro, que ya son muchas las mujeres víctimas de violencia, que al parecer, es más peligroso para el estado no atenderlas, que los destrozos que hacen en complacencia de las autoridades de seguridad pública. ¿Qué culpa tiene el ciudadano?
No hay nada claro en las manifestaciones, solo violencia y las instituciones de seguridad pública solo callan, dejan pasar los actos de violencia y brillan por su ausencia cuando estos conflictos sociales se presentan.
La seguridad pública debe estar garantizada por el estado, reza la Constitución, que no manda, sino que ordena veladamente por quienes no pueden responder por este rubro constitucional, la Seguridad Pública es una responsabilidad del Estado y de los Municipios.
Ha prevalecido por quienes llevan las riendas del poder, la intención de salvar a Oaxaca de la corrupción y el abuso de las autoridades gubernamentales, el discurso no se aplica en la realidad.
Hace falta por esto, reformar la Constitución oaxaqueña, dotar de elementos, principios, estructuras nuevas a quienes tienen la Seguridad Pública en sus manos, y garantizar derechos humanos a quienes violenten con sus protestas al pueblo de Oaxaca.
Los manifestantes ya no tienen la frase o el discurso que lacera al poderoso, la que libera al esclavo y pretende redimir al pueblo, no hay quien hable por el dolor del pueblo y mucho menos por la justicia social.
Las actuales “luchas sociales” no lo son, no son sociales, por una parte, los normalistas o sindicalistas que nos han acostumbrado a la toma de calles y avenidas, no representan causas del pueblo, tampoco las justifican, solo luchan por el salario, sus prestaciones sindicales, sus cuotas de poder, sus “anhelos de clase”, pero jamás luchan por los derechos de los niños o hacen capacitaciones a sus Maestros hasta llegar a consagrarse como verdaderos doctrinarios de la educación.
EL lastimar al pueblo, es estar contra del mismo pueblo, cuando se toma una Avenida, un servidor público no llega a tiempo a su trabajo, se le descuenta el día, cuando se toma una calle principal el estudiante no llega temprano a su escuela y los profesores ponen falta que anuncia una baja calificación, cuando se paran activistas pintando paredes o destruyendo vidrios de locales comerciales, se atenta contra personas que dignamente trabajan y se ganan el pan con la venta de día, que muchas veces se las roban.
Estas manifestaciones no ayudan definitivamente al pueblo. Tenemos autoridades constituidas que no hablan de esto, tenemos autoridades que deben velar por la “Primavera Oaxaqueña”, tenemos Autoridades que deben atender inmediatamente a todo manifestante en ejercicio de su libertad de expresión, libre manifestación de las ideas y derecho sagrado de reunión pacífica, que no se respetan por estos mismos manifestantes, porque violentan el derecho de tránsito, violentan y dañan la propiedad privada y hacen un caos a la ciudadanía cuando esta ciudadanía no tiene la culpa de que reprueban un examen o existen muertas porque no se hace justicia.
Oaxaca tiene Autoridades al parecer dormidas en esta primavera, tiene Autoridades que deben actuar en consecuencia para evitar estas Manifestaciones ya que es su responsabilidad, por otra parte, si existen personas que se manifiesten, deben respetar el orden público, no dañar a nadie, no afectar a nadie, si se quiere la aprobación de los ciudadanos.
Hay una sociedad cansada de estos atropellos de ambos lados, por un lado la provocación a las autoridades y el abuso de autoridad, por el otro la falta de cultura y civismo, la falta de asesoría a los manifestantes para reclamos conforme a derecho.
Todo lo anterior se traduce en una sola palabra, Ingobernabilidad, o gobernabilidad a medias, debemos la sociedad en general, el pueblo, poner fin a tanto caos provocado por secuestradores de camiones, delincuentes que se cubren el rostro con pretextos burdos a la sociedad oaxaqueña, ya que mejor, deben hacerlo a las autoridades que no les cumplen o no les han cumplido, la seguridad pública en atención a las mujeres y no reclamarlo con violencia al pueblo de Oaxaca.