Una tras otra
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Opinión

El Crematorio

Una tras otra

 


La larga serie de errores y equivocaciones que se registran cotidianamente en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, tienen pasmados a los mexicanos pensantes o, conservadores, como él los llama; mientras el Lumpen que lo llevó al poder, se regocija con las gracejadas presidenciales, más aún, cuando casi nada le sale al héroe de Macuspana, y lo decimos ante el nuevo distractor que se contempla en el escenario político nacional.

La llegada del avión presidencial constituye un duro revés para el ego de López Obrador, pues mordiéndose uno y la mitad del otro, tuvo que regresar otro de los berrinches más costosos de este gobierno, y ahora, ha quedado atrás la rifa de esta aeronave. Las ofertas millonarias y después de pagar un dineral por mantenerlo en suelos de Estados Unidos, finalmente está de donde nunca debió de haber salido, ahora solo queda esperar otra ocurrencia que tendrá que pagar el abnegado pueblo mexicano.

Otro de los berrinches sexenales es sin duda el aeropuerto inconcluso de Santa Lucía, que tarde o temprano, tendremos que pagar los mexicanos; al igual, que la refinería de Dos Bocas y el Tren Maya, que a un súper costo se construye en la península de México,  y que a lo mejor nunca será realidad. Los que sí tienen altos índices de factibilidad y éxito, es el viejo sueño de Porfirio Díaz, de unir los dos océanos por vía terrestre, hoy llamado “Proyecto Transístmico”;   y las dos súper carreteras que unirán a la costa oaxaqueña y a la región del Istmo con el centro del estado. Estos si son proyectos viables, no costosos y que rehabilitarán la raquítica economía del oaxaqueño.

López Obrador debe de entender que estos proyectos son realizables, necesarios y que vendrían a salvar a Oaxaca del caos económico, político y social que se avizora después de la pandemia, y no tendremos que sufrir una tras otra de las ocurrencias presidenciales. 

 


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