Con la finalidad de recaudar fondos para adquirir materiales de primera necesidad y una nueva silla de ruedas, Juan José Cruz García, de 16 años de edad, y su madre, Ana Deisy, salen todos los días de su casa para solicitar en la vía pública el apoyo de la ciudadanía.
Desde hace varios días se instalan en el camellón de la avenida Monte Albán en su esquina con Riberas del Río Atoyac, antes de cruzar el puente del Tecnológico, pues el pequeño Juan José padece Distrofia Muscular de Duchenne.
Su madre explica que durante los primeros 10 años de su hijo, con mucho esfuerzo, pudo valerse por sí mismo y con complicaciones logró caminar para realizar sus necesidades y actividades diarias en su hogar.
Sin embargo, hace aproximadamente cinco años su hijo dejó de caminar y ahora debe usar silla de ruedas para trasladarse a algún sitio, ya sea para acudir a sus terapias en el Hospital de la Niñez Oaxaqueña (HNO) o para realizar sus actividades cotidianas.
De acuerdo con los datos de los especialistas, la Distrofia Muscular de Duchenne es causada por un gen defectuoso para la distrofina (una proteína en los músculos). Sin embargo, a menudo se presenta en personas con familias sin antecedentes conocidos de esta afección.
Este padecimiento hace que los músculos vayan perdiendo sus funciones de manera progresiva. Esta pérdida de funcionalidad merma considerablemente la calidad de vida de quienes la sufren, que principalmente son niños, refiere la ciencia.
Por ello, la madre de Juan José solicita el apoyo de la ciudadanía para poder adquirir algunas necesidades primordiales y una nueva silla de ruedas. “Vamos a agradecer lo que la gente nos pueda dar, ya sea apoyo económico o víveres, necesitamos pañales, despensa o lo que nos puedan donar como ropa o zapatos”.
“Nos vimos en la necesidad de salir a la calle porque ahora requiere de una nueva silla de ruedas, estoy buscando la forma de que se pueda completar para comprar una silla de ruedas de cama, la que tiene ya está vieja y ya le lastima su espalda”.
La señora Ana refiere que hace algunos días pasaron por el crucero una familia que les prometió regalarles una, pero no sabe si algún día se les pueda cumplir ese sueño. “Todos los días estamos esperando que nos puedan traer una, ojalá que estas personas de buen corazón que pasaron puedan conseguirla, mientras aquí seguiremos por si hay alguien más que nos pueda apoyar”.
Los datos científicos también destacan que la distrofia es un desorden progresivo del músculo que causa la pérdida de su función y, por lo tanto, los afectados terminan perdiendo totalmente su independencia. La enfermedad es causada por una mutación en el gen que codifica la distrofina.
En tanto, su madre, sigue buscando la ayuda de la gente para recolectar los 7 mil pesos que necesita para adquirir una nueva silla de ruedas, el pequeño Juan José permanecerá en este crucero, pues doña Ana no puede dejar solo a su hijo en casa porque depende directamente de ella.
En este crucero del Instituto Tecnológico de Oaxaca (ITO) arriban todos los días a partir de las 12 horas hasta las 15 o 16 horas, para poder recolectar un poco de apoyo, pues ellos viven en la agencia municipal de San Martín Mexicápam en la ciudad de Oaxaca.
La silla de Juan José porta un letrero con la leyenda “Una ayuda de corazón para mi hijo que tiene distrofia Muscular de Duchenn, gracias por su atención, Dios que lo bendiga”, pues siempre agradecen de corazón a quienes les aporta para poder seguir superando las adversidades.