Varios kilómetros de la Carretera Federal 131, mejor conocida como la Ruta de la Fe que conecta a la ciudad de Oaxaca con el Santuario de Santa Catarina Juquila, se encuentra inundada de baches y hoyancos.
El tramo más afectado corresponde de San Pedro Juchatengo hasta el Cerro del Vidrio, en donde las y los peregrinos deben esquivar los baches, pero en algunas zonas es inevitable caer en las zanjas que se formaron desde la pasada temporada de lluvias.
A decir de los prestadores de servicios turísticos, la carretera ha estado abandonada desde hace muchos años, ya que en el sexenio de Alejandro Murat Hinojosa, el único tramo que se rehabilitó fue del Cerro del Vidrio a Santa Catarina Juquila.
Entre el 2018 y 2019, parcharon la carretera desde Santa Catarina hasta el Cerro del Vidrio, podríamos decir que es donde se mantiene más o menos, porque si pueden observar, también ya hay baches”, expuso el conductor de un taxi que ofrece sus servicios en inmediaciones del Santuario de Juquila.
El trabajador del volante señaló que las malas condiciones de la vialidad, no solamente afecta a las y los peregrinos, sino también a los turistas que se dirigen hacia la Costa oaxaqueña.
Si van del Cerro del Vidrio hacia San Juan Lachao y San Gabriel Mixtepec, por allá está peor, por eso los que van hacia Puerto Escondido pasan por este lugar, aunque tengan que caer en algún bache”.
Dijo que en ocasiones las unidades de motor que caen en los enormes hoyancos, se quedan varadas por varias horas, pues en algunas ocasiones los neumáticos no resisten y terminan con ponchadoras.
Hemos visto algunos coches que se les daña sus llantas, caen en los baches y se les ponchan sus llantas, por eso la recomendación es transitar con mucha precaución, porque algunos baches están demasiados grandes”, comentó el ruletero.
El peligro para quienes utilizan esta vía, es que varios baches y hoyancos se formaron en la zona de curvas, por lo que es necesario circular con mucha precaución en este tramo de Juchatengo hasta Santa Catarina Juquila, en el que además, existen varios deslaves y derrumbes que complican el trayecto de los viajeros.
