Un nuevo caso de violencia y abuso policial se registró, la tarde del viernes con la detención, allanamiento de morada, violencia física, intimidación contra los familiares y el reportero oaxaqueño Álvaro Cuitláhuac López.
Violencia policial
Reporteros que cubren la fuente policíaca y de seguridad fueron alertados de un fuerte dispositivo de seguridad en la zona del Mercado de Abastos. Cuitláhuac López, al acercarse a la zona se percató que el operativo de las Policías Estatal y Judicial, entre quienes iba al menos una mujer de civil, violentaban a un hombre de la tercera edad, padre del periodista.
Sobre la batea de una patrulla los uniformados pateaban y golpeaban al hermano del reportero y subían a una mujer, también hermana de Cuitláhuac López. El periodista de EL IMPARCIAL se identificó y demandó una orden de cateo mientras grababa el allanamiento de su domicilio, del negocio familiar y los golpes que se propinaban a su padre.
“Es una persona mayor, está enfermo del corazón” gritaba impotente el periodista mientras grababa la escena y, al mismo tiempo, era grabado por un policía. Los uniformados estaban cubiertos por un pasamontañas y nunca mostraron orden de cateo o detención.
Detención irregular
Los reporteros dieron cuenta que la detención la realizaron elementos de la Agencia Estatal de Investigaciones (AEI) perteneciente a la Fiscalía General del Estado cuando realizaba una transmisión de un operativo realizado en su hogar. El comunicador es colaborador del portal de noticias El Independiente y el diario El Imparcial de Oaxaca.
El uso excesivo de la fuerza y violación a los derechos humanos e integridad del reportero y su familia se llevó a cabo en la calle Prolongación de Galeana, mientras Cuitláhuac López grababa la impune intervención policial.
Un uniformado intentó quitarle el celular con el que realizaba la transmisión, lo cual fue transmitido en vivo por la red social y canales del portal El Independiente; el reportero se refugió en su domicilio, minutos después agentes portando armas de alto calibre ingresaron al lugar, allanando el domicilio y lo detuvieron con violencia.
Fueron largos minutos de angustia por parte de los familiares que no fueron detenidos y esperaban en el domicilio. Las víctimas nunca fueron presentados ante alguna autoridad judicial y algún tiempo después fueron liberados.
Los estragos del abuso
El reportero de EL IMPARCIAL mostró el rostro sumamente golpeado, inflamado y aún ensangrentado. Culpó la detención a la tarea periodística que realiza. Apenas horas antes había dado cuenta de la violencia que se ha desbordado en Oaxaca y horas antes, en la mesa de seguridad y la conferencia del gabinete del ramo, se aseguraba que han bajado los índices delictivos y la entidad oaxaqueña era “segura”.
Álvaro Cuitláhuac López, además de demandar seguridad y castigo a la agresión, culpó a autoridades juidicales, policíacas y del gobierno del estado de lo que le pudiera suceder. Durante la detención, aseguró, el mando a cargo de la operación intentó sembrarle droga para inculparlo de hechos delictivos.
Pronunciamiento oficial
Mas tarde, la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca emitió un comunicado donde da cuenta de “la indignación y rechazo a los hechos donde se exhiben falta de aplicación de protocolos y violación a los derechos humanos” del periodista Cuitláhuac López y vigilará por la salud del periodista.
Por su parte, la Fiscalía se limitó a indicar que se dio cumplimiento a un mandato judicial por el cual se realizó un operativo sobre la calle de prolongación de Galeana, en inmediaciones de la Central de Abasto, en la ciudad de Oaxaca de Juárez.
Aceptó que hubo detenciones y las personas quedaron en libertad luego de corroborar su “no participación en los hechos”, aunque no explica el tipo de hechos delictivos. Y apenas señaló que “a través de los órganos internos de control, verificará la correcta actuación de los elementos que participaron en el operativo”, nada más.