Dos nuevos casos de paludismo se notificaron en la entidad en la última semana con un acumulado de nueve en lo que va del año, superior a los dos reportados en 2023 en el mismo periodo por las autoridades del sector salud.
Con este registro el estado se mantiene en el segundo lugar de las entidades del país con el mayor número de casos, apenas por debajo de Chiapas con 231. Con menor incidencia, el tercer lugar lo ocupa Campeche con tres casos, mientras que Chihuahua se encuentra en el cuarto con dos notificaciones.
En este 2024 sólo cuatro estados mostraron casos de paludismo como sucedió también en 2023, pero en el presente año se dio un incremento de la enfermedad con un acumulado de 245, a diferencia de los 34 del año anterior.
Del total de casos en la entidad, tres fueron en hombres y seis en mujeres; de estos, ocho tuvieron registro en la jurisdicción del Istmo de Tehuantepec y uno en Valles Centrales, todos en la población adulta.
El paludismo, de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), es una enfermedad transmitida a los humanos por algunos tipos de mosquitos, cuyos síntomas puedes ser leves o potencialmente letales.
En los primeros, estos se distinguen por fiebre, escalofríos y dolor de cabeza, mientras que los graves son fatiga, confusión, convulsiones y dificultad para respirar, con mayor riesgo en menores de edad, personas adultas mayores, embarazadas y con enfermedades crónico degenerativas.
Según el último Informe mundial sobre el paludismo, en 2022 hubo 249 millones de casos de la enfermedad, mayor a los 244 millones de 2021. Al igual que en el caso del dengue, zika o Chikungunya la prevención de la picadura del mosquito transmisor es el uso de mosquiteros o pabellones en las viviendas, así como repelente e indumentaria de protección, sobre todo en piernas y brazos.