A pesar de las grandes cantidades de recursos públicos que se destinan para el Congreso del Estado, el destino de los más de 600 millones de pesos que se erogan anualmente es incierto.
En su área de transparencia no se especifica en qué rubros se invierte el dinero, únicamente se limita en informar trimestralmente la cantidad devengada, lo que da origen a los actos de corrupción y el despilfarro de recursos públicos.
Reportes del Estado Analítico del Ejercicio del Presupuesto de Egresos del Tercer Informe Trimestral enero-septiembre, señala que en este periodo se devengaron 683 millones 778 mil 497.47 pesos, cantidad mayor al presupuesto destinado al Poder Legislativo en 2018, que fue de 679 millones 999 mil 999.93 pesos.
El destino de los recursos devengados no se especifica y solo refieren los gastos en los rubros de Mobiliario y Equipo de Administración con 61,242.35; en Mobiliario y Equipo Educacional y Recreativo, destinaron 848,523.05.
Los diputados de la 63 Legislatura tampoco informaron sobre los gastos que se realizaron en la adquisición de las tabletas y tableros electrónicos que se instalaron en el salón de plenos.
Por su parte, los integrantes de la 64 Legislatura, confirmaron que existe un déficit de recursos para llevar a cabo sus actividades legislativas, pero hasta el momento no han tomado acciones para llamar a cuentas a sus antecesores.
El presidente de la Mesa Directiva, César Morales Niño, expuso que para evitar una parálisis legislativa y laboral, contemplarán solicitar un recurso extraordinario a la Secretaría de Finanzas.
“No sabemos en qué se gastaron el dinero, pero no dejaron nada, cuando ya se tenga información de posibles malversación de estos recursos, se llamará a cuenta a quien se tenga que llamar”, comentó.
En este mismo sentido se pronunció la diputada Laura Estrada Mauro, presidenta de la Junta de Coordinación Política (Jucopo). “Estamos en la revisión de lo que recibimos, en su momento daremos los resultados correspondientes”, afirmó.
Trabajadores de base de la Cámara de Diputados, denunciaron que desde que concluyó la 63 Legislatura, la sede del Poder Legislativo se quedó sin agua potable para los sanitarios, esto debido a la falta de recursos.
El saqueo que se realizó en las pasadas legislaturas podría quedar impune, ya que ninguna de las actuales fracciones parlamentarias se ha pronunciado por un ejercicio verdadero de rendición de cuentas.
