El arzobispo de Antequera, Pedro Vásquez Villalobos, se pronunció este domingo en contra de la intolerancia religiosa que ha aumentado desde el año pasado hacia la comunidad evangélica en el municipio de San Juan Lalana, en la región Cuenca del Papaloápam.
Este domingo, durante la homilía, Vázquez criticó las actitudes de la comunidad católica de ese municipio, pues bajo los argumentos de usos y costumbres ha dejado sin servicios básicos a evangélicos, quemado su templo e incluso los ha encarcelado por profesar otra creencia.
¿Quiénes quemaron el templo de los no católicos? Los católicos”, explicó Vázquez, al pedir que se priorice el respeto de quienes profesen otra fe. “¡Cómo nos han hecho daño los usos y costumbres de nuestros pueblos!”, lamentó sobre estas actitudes en Cerro Cajón, población de la agencia San Isidro Arenal, perteneciente a Lalana.
¿En este siglo con esas actitudes? ¿Dios estará de acuerdo? Dios no está de acuerdo”, subrayó monseñor.
Me da mucha tristeza lo que a veces ha pasado (de intolerancia) en nuestras comunidades, me da mucho dolor y me da vergüenza”, externó ante la feligresía.
Tras reflexionar y cuestionar tales comportamientos de los católicos de Lallana, el arzobispo pidió acabar con tal actitud.
Acabemos con eso, vivamos en paz, vivamos en esa fraternidad, en esa comunión que quiere Dios”, fue su mensaje desde la Catedral de Nuestra Señora de la Asunción, en la capital del estado.
El pronunciamiento de monseñor sucedió al llamado que lanzó recientemente el congreso del estado para atender estos casos de intolerancia.
En las últimas semanas, miembros de la comunidad evangélica de Lalana han padecido de vejaciones, incluido el encarcelamiento, por parte de católicos del mismo municipio. El 6 de agosto, los habitantes incendiaron el templo evangélico.
Este caso y otros han sido denunciados públicamente por la Confederación de Pastores de Oaxaca, que exigió a las autoridades atender aplicar la justicia ante la intolerancia religiosa, que tan solo en la Cuenca del Papaloápam suma 10 casos.
La confederación ha externado que la intolerancia se ha dado principalmente en comunidades indígenas y han dado lugar a un desplazamiento forzado, pues en la organización por usos y costumbres se mantienen cargos muy vinculados con la fe católica.