Desde la obra austera hasta el edificio, ayer todos celebraron
Coronan trabajadores con una cruz las obras que se encuentran en proceso
La celebración por el Día de la Santa Cruz no necesariamente ocupa grandes cantidades de dinero, pues de acuerdo a las condiciones económicas es como el anfitrión atiende a sus invitados.
El más claro ejemplo se observó este viernes, pues no en todas las obras hubo la tradicional barbacoa, música en vivo o bebidas alcohólicas sin límite, también se observaron convivencias austeras.
También conocido como el Día del Albañil, es una fecha en la cual se adorna una cruz de madera y se lleva a bendecir, para después colocarla en lo alto de la nueva obra para protección tanto de los trabajadores como de los futuros moradores.
Hoy es un día para agradecer a Dios, por tener trabajo y por lo que se ha recibido a través de este noble oficio de la albañilería, todos hacemos un esfuerzo, sacrificio con la familia, pero nos brinda una gran satisfacción”, relata Don Juan, quien se desempeña como peón.
Y es que la tradición de la bendición de las cruces de madera adornadas con flores, naturales o artificiales no debe pasar inadvertida y en varios templos se observó a los profesionales de la construcción refrendar su fe.
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Desde el punto de vista de los trabajadores de la construcción, la festividad no se puede perder ya que es símbolo del compromiso y la perseverancia de hombres y ahora mujeres por edificar con calidad.
Como relata el hombre no mayor a los 50 años, el festejo es lo de menos para quienes llevan décadas en el oficio, pues lo más importante para ellos, es contar con seguridad laboral y que los contemplen en las obras.
Pone como ejemplo su caso, dado que labora en la construcción de una vivienda básica en donde el patrón no es un gran empresario o constructor, sino un empleado que después de muchos años de sacrificios reunió su capital para edificar una sala, cocina y dos cuartos.
Sin embargo, este viernes celebraron como en familia, él y el maestro de la obra se reunieron con los propietarios quienes les prepararon una salsa de chicharrón, agua de jamaica y se pudieron ir a casa después de las 4 de la tarde.
En otras ocasiones le ha tocado compartir el pan y la sal en obras con más de 30 personas, en donde los contratistas llevan barbacoa, bastante cerveza, mezcal y hasta un grupo musical, pero este año, no fue igual.