Pide Arzobispo promover la vocación sacerdotal y religiosa
Oaxaca
La Capital Los Municipios
El Imparcial del Istmo El Imparcial de la Costa El Imparcial de la Cuenca
Nacional Internacional Súper Deportivo Especiales Economía Estilo Arte y Cultura En Escena Salud Ecología Ciencia Tecnología Viral Policiaca Opinión

Oaxaca

Pide Arzobispo promover la vocación sacerdotal y religiosa

Bendice Vázquez Villalobos el óleo de los enfermos y el Santo Crisma


Foto: Luis Alberto Cruz // El Arzobispo Pedro Vázquez Villalobos encabezó este martes la bendición del óleo de los enfermos, catecúmenos y el santo crisma en la Catedral.
Foto: Luis Alberto Cruz // El Arzobispo Pedro Vázquez Villalobos encabezó este martes la bendición del óleo de los enfermos, catecúmenos y el santo crisma en la Catedral.

Al encabezar la Misa Crismal que se celebra cada año en el marco de la Semana Santa, el Arzobispo de Antequera Oaxaca, Pedro Vázquez Villalobos, pidió a las y los feligreses a promover la vocación sacerdotal y religiosa en sus comunidades.

Desde la Catedral de Oaxaca, acudieron a la homilía los sacerdotes representantes de 120 parroquias con que cuenta la Arquidiócesis de Antequera, en el cual se llevó a cabo la bendición del óleo de los enfermos, catecúmenos y el santo crisma.

En su mensaje, el representante de la iglesia católica en la entidad, reiteró que se necesitan más sacerdotes en las parroquias.

Promuévanlos en sus familias y en sus comunidades para que en los próximos años no solamente vengan 120, sino 400 o 500, Oaxaca debe de tener muchos sacerdotes, los necesitamos, pero es responsabilidad de todos promoverlos, no solamente del Arzobispo”.

Vázquez Villalobos invitó a los sacerdotes a servir con humildad en las comunidades y evitar negar cualquier servicio cuando la comunidad o los religiosos lo requieran. “Es un momento muy especial el que vivimos en este Martes Santo, nuestra Misa Crismal. Están aquí presentes mis hermanos sacerdotes, que ejercen su ministerio en esta Arquidiócesis. Hay presencia también de sacerdotes que han venido por esta Semana Santa a estar en diferentes comunidades, apoyando a los párrocos”.

Hermanos sacerdotes, no le neguemos el amor a nuestro pueblo porque Dios no se lo niega, sea quien sea y viva como viva, usted sabe que Dios a nadie le niega el amor, y usted, otro Cristo, no le niegue el amor, haga sentir el amor sacerdotal, no le haga sentir el amor del hombre, hágale sentir el amor de un sacerdote, de un consagrado. No seamos ingratos con nuestro pueblo, no seamos injustos, no les exijamos más de lo que ellos pueden hacer. A veces no los formamos, pero sí les exigimos que conozcan, sin haberles anunciado y enseñado.

 

Nuestro pueblo necesita de nuestra misericordia, de nuestra compasión. El Señor Jesús miró a las multitudes y se compadeció de ellas, usted compadézcase de todas las personas, no solamente se compadezca de los que le caen bien, de los que están cercanos a usted, compadézcase de los alejados, de los que nunca vienen, de los que nunca se paran”.

Dijo que de ser necesario, se debe cambiar algunas actitudes para servir a la ciudadanía y ser más humanos en sus respectivos templos.

Hay mucho dolor en nuestro pueblo, porque a veces les negamos lo que debemos hacer, les negamos el bautismo, en el siglo XXI le seguimos negando el bautismo a los papás, por no sé cuántas razones. Quién es usted para negar ese sacramento.

 

Dios es el que llama y esos padres de familia, están oyendo la voz divina que les dice “esa criatura que has traído al mundo quiero que sea mi hijo, por eso llévalo a las aguas bautismales”, y llega con nosotros y le decimos “no te bautizo a tu muchacho”… por favor, hasta el día de hoy yo sigo escuchando “me negaron el bautismo”. Qué triste que usted, sacerdote, no acompañe en el dolor, no se conmueva, no tenga sentimientos por esas lágrimas. Dios mío”.

 

No hagamos eso, aunque estemos cansados, desgastados, sacrifíquese un poquito más, hágalo, por caridad, por amor, por misericordia, usted es el único que puede celebrar misa, los demás no pueden celebrar misa, no le diga al celebrador de la palabra: “ve y acompaña a esos con su muertito”, vaya usted y celebre la Eucaristía y deles una palabra de aliento y esperanza”, destacó el Arzobispo.


aa

 

Relacionadas: