Discriminación y falta de mantenimiento en el ITO
Tiene el ITO 45 mdp de ingresos propios, 20 mdp son para “mantenimiento”, pero el lugar es un muladar
Ingeniero en Gestión Empresarial, Luis Alberto Martínez denunció ayer discriminación y amenazas por parte de directivos del Instituto Tecnológico de Oaxaca (ITO), debido a su discapacidad y la exigencia que mantiene en el respeto a su plaza administrativa.
El egresado del Tecnológico de Salina Cruz explicó que desde 2019 ingresó al Centro de Cómputo en el área de credenciales por medio de un programa del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), que solicita a las instituciones la contratación de personas con discapacidad en al menos 5% de su plantilla laboral.
El profesionista destacó que a pesar de contar con una plaza asignada para poder llevar a cabo sus funciones, el director general, Fernando Toledo, se opuso a la basificación y dejó de pagarle cerca de seis meses como forma de intimidación, con el apoyo del subdirector Javier Ezequiel Fuentes.
Yo interpuse una demanda laboral y una queja ante Derechos Humanos. Por esta situación me volvieron a dar un contrato de tres meses con la promesa de darme la definitiva, pero no lo han hecho”, expuso el denunciante.
El trabajador que participó también en el paro de labores que encabezó la delegación D-II-11 de la Sección 22 del magisterio oaxaqueño, coincidió en la pretensión de los directivos de entregar la plaza que le corresponde a otra persona de manera irregular.
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En el olvido instalaciones del ITO
Otros de los trabajadores del Tecnológico de Oaxaca, exigieron una auditoría al director general, al señalar el deterioro en el inmueble por el desvío de recursos de varios millones de pesos.
El Tecnológico de Oaxaca recaba al año 45 millones de pesos por ingresos propios, de los cuales, el director aseguró que 20 millones se fueron a mantenimiento y que no se ven reflejados en las instalaciones”, señalaron.
En un recorrido que esta casa editorial hizo al interior del inmueble, se pudo constatar el descuido que se tiene en esta institución con 56 años de existencia, tanto en los espacios verdes, como a los costados de salones como en la planta de tratadora de aguas residuales que sigue sin funcionar.
