Panes, tlayudas, menudo; el 20 de Noviembre reta a la modernidad
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Panes, tlayudas, menudo; el 20 de Noviembre reta a la modernidad

Los antecedentes del mercado se remontan al siglo XIX, con el Mercado de San Juan de Dios y el de La industria o De fierro


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El humo inunda uno de sus pasillos al tiempo que atrae a visitantes que llegan con maletas en mano o mochilas al hombro, atuendos de manta, sombreros y lentes de sol.

El mercado celebra sus 67 años, pero tras ello hay más historia. En los terrenos que antes fueron un hospital y que pertenecieron al templo de San Juan de Dios, permanece el legado de los días de plaza o de los primeros mercados de la ciudad de Oaxaca. Y que ahora suman 14 de su tipo.

Entre el olor al pan de yema, las clayudas o tlayudas y el de las carnes asadas, el Mercado 20 de Noviembre se erige como el corazón gastronómico de Oaxaca. Quienes entran a él, incluso se refieren al mismo con este lema adoptado por las y los locatarios del sitio, uno enfocado en la oferta de alimentos tradicionales.

El “¡pásele! ¿Qué le damos? ¿Pan de yema o de cazuela?” se escucha tan pronto se ingresa por la puerta principal de la calle Aldama, desde la que cuelga una lona con la bienvenida al mercado en español e inglés y por un pasillo en el que el papel picado y el altar de Día de Muertos aún permanecen.

El colorido de los murales y los adornos no pasa desapercibido para las y los turistas, como tampoco el ofrecimiento de “¿blandas o tlayudas?”. Aquí se puede comer desde un mole de coloradito, tasajo y chorizo asados, un caldo de menudo acompañado de blandas, un agua fresca o, por qué no, tomar un refresco.

Por estos días, este mercado del centro histórico de la ciudad celebra su aniversario, uno en el que la calenda ha sido fundamental. Sin embargo, la fiesta por los 67 años también remite a una historia un tanto olvidada.

Según un texto del cronista Jorge Bueno Sánchez, avalado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), y que retoma la serie “Oaxaca para ti”, la historia de los mercados de la capital se remonta al siglo XIX. Hasta 1843, dice, solo existía la Plaza de Cántaros y el tianguis que se hacía los sábados en la antigua plaza de Santa Catarina o el Marqués.

La plaza desapareció “para dar paso a la Alameda de León”, aunque con esto también se dio pie al mercado que después se conoció como el de San Juan de Dios, que desde 1862 funciona en el ex convento de la desaparecida orden de los Juaninos, espacio que también albergó a un hospital de la ciudad.

Para 1882, prosigue el cronista, se inaugura el mercado viejo o mercado de La Industria, al que la población comúnmente llamaba “de fierro”. Y aunque por ese siglo también empieza la formación de otros mercados como el Mercado Porfirio Díaz y hoy Benito Juárez (1893), el mercado de la Industria se conoció como tal hasta 1960, pues fue entonces que, como celebración de los 50 de la Revolución Mexicana, se le renombró como Mercado del 20 de Noviembre.

 


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