A casi un año del cierre definitivo del tiradero municipal ubicado en la Villa de Zaachila, las condiciones sanitarias no han mejorado en la zona, al contrario el derrame de lixiviados alcanzó la carretera federal.
Y es que desde el 09 de octubre de 2022 permanece cerrado el sitio que funcionó por 42 años para depositar un promedio de 900 toneladas diarias de desechos orgánicos e inorgánicos.
Al respecto, el agente municipal de Vicente Guerrero, Eusebio Sareo Lorenzo lamentó que las autoridades estatales condicionen el saneamiento del ex basurero a recibir diariamente 450 toneladas de basura.
Respaldado por habitantes de 18 colonias de la zona, reiteró que no hay ninguna posibilidad de reapertura del sitio de disposición final de desechos orgánicos e inorgánicos, debido al olvido de la nueva administración estatal.
“En un primer momento nos hablaron de un proyecto de más de 60 millones de pesos, en el cual se incluía la reapertura con una reclasificación de los desechos, pero no hay el visto bueno de la comunidad”, dijo.
La autoridad auxiliar enfatizó que a casi 10 meses de la presente administración estatal se desconoce el plan que se tiene para el tiradero de Zaachila, porque los lixiviados corren como agua por las calles.
¿Qué son los lixiviados?
De acuerdo a empresas ambientales especializadas, los lixiviados son los líquidos formados por los residuos, ya sea por la descomposición de desechos orgánicos, el derrame de los líquidos que están dentro de envases, o la mezcla de la lluvia con residuos solventes o la mayoría de las veces una mezcla de todos los anteriores.
Anotó que en general, dicho líquido de mal olor se genera con la acumulación de residuos sin separación y tratamiento.
Cabe mencionar que los lixiviados son formados por cualquier tipo de residuo sin importar su origen, desde los residuos urbanos hasta los industriales.
Los lixiviados contienen propiedades contaminantes, por esta razón, su contacto directo con el suelo causa la degradación de éste, es decir, que los suelos contaminados por lixiviados pierden la capacidad de sostener sus ecosistemas, ocasionando una gran pérdida de la biodiversidad, afirmaron expertos.
Además, los lixiviados cuando se evaporan liberan gases que generan malos olores, contribuyen a la contaminación atmosférica y al cambio climático, explicaron.
Uno de los impactos ambientales más alarmantes generado por los lixiviados sucede cuando entra en contacto con cuerpos de agua, ya sea por el derrame directo de lixiviados en mares, lagos y ríos, o por la infiltración de los lixiviados en la tierra que los conduce a mantos acuíferos, alertaron.
No hay mantenimiento en el tiradero desde 2022, alertan
De igual manera, el agente municipal enfatizó que el tiradero de Zaachila clausurado en la primera semana de octubre de 2022 carece de mantenimiento, desde la clausura hasta el momento.
Por lo que, – lamentó -no hay acciones de saneamiento en la zona y los líquidos altamente tóxicos recorren desde la parte alta del sitio de disposición final hasta la calle principal de la agencia Vicente Guerrero.
“Quieren que a diario recibamos 450 toneladas de basura a lo largo de 18 meses (año y medio) a cambio de que efectúen el saneamiento, pero en otras colonias los pretenden convencer y darles pavimento para calle y pozo profundo”, denunció.
Sareo Lorenzo acusó al gobierno de mentirle a la gente además de condicionar con algo que es su obligación, “no tienen porque condicionar la realización de las obras sociales y de las necesidades de la gente”.
En relación a los lixiviados que corren desde lo alto del basurero por las calles de la agencia Vicente Guerrero y que alcanzan la carretera federal, alertó sobre el riesgo sanitario para los habitantes.
“Los cárcamos están completamente saturados y nadie nos ha brindado ayuda, pues esa es la condición para que se reabra nuevamente el tiradero, pero la comunidad se mantiene en el acuerdo de no permitir la reapertura”, afirmó.
A un año del cierre del espacio, la autoridad auxiliar de la Villa de Zaachila demandó al gobierno del estado lleva a cabo el saneamiento del tiradero, luego de 42 años de daño a la zona, al suelo, al medio ambiente y a los mantos freáticos.
