Noche de Rábanos: Patrimonio cultural del Estado de Oaxaca
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Noche de Rábanos: Patrimonio cultural del Estado de Oaxaca

Esta tradición, que se remonta a 1897, consiste en la creación y exhibición de figuras elaboradas con rábanos.


Noche de Rábanos: Patrimonio cultural del Estado de Oaxaca | El Imparcial de Oaxaca
Foto: Luis Cruz / La tierra utilizada es fertilizada y tratada químicamente para que los rábanos se desarrollen en condiciones más optimas

Durante una sesión ordinaria, los miembros de la 65 Legislatura del Congreso local de Oaxaca aprobaron diversos decretos y realizaciones importantes para el estado. Entre las decisiones tomadas, se encuentra la declaración de la festividad de la “Noche de Rábanos” como patrimonio cultural del estado de Oaxaca. Esta tradición, que se remonta a 1897, consiste en la creación y exhibición de figuras elaboradas con rábanos.

Además, se declaró como patrimonio gastronómico y cultural del estado de Oaxaca al mole de caderas, un platillo típico de la Heroica Ciudad de Huajuapan de León. El mole de caderas se elabora de manera tradicional utilizando una variedad de condimentos, chiles, tomate, hoja de aguacate, cilantro, ejotes y carne de chivo, específicamente los huesos de la cadera y el espinazo.

¿Qué es la Noche de Rábanos?

La Noche de Rábanos es una festividad emblemática en la ciudad de Oaxaca, que se celebra cada año el 23 de diciembre. Esta tradición tiene sus raíces en el año 1897 y se ha convertido en un evento de renombre a nivel nacional e internacional.

En la actualidad, la Noche de Rábanos es un concurso que sirve para que muchos hortelanos y floricultores oaxaqueños muestren sus obras de arte creadas a base de flores y rábanos de diferentes tamaños. Los participantes, quienes se registran con anticipación, montan sus escenarios en el Centro Histórico de Oaxaca y esperan a que tanto los visitantes como los jueces pasen por su exposición para explicar en qué consiste su creación.

Durante esta festividad, los rábanos se convierten en verdaderas obras de arte, tallados y esculpidos con gran maestría y detalle. Los hortelanos utilizan su habilidad y creatividad para transformar los rábanos en figuras sorprendentes, representando elementos de la cultura oaxaqueña, como danzas, personajes folclóricos, paisajes y animales, entre otros.

 

 


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