Las presas El Estudiante y La Azucena perteneciente a Tlalixtac de Cabrera actualmente se encuentran a un 50% en promedio de su capacidad, luego de las escasas lluvias de la temporada.
Integrantes del Comité de la Unidad de Riego de Tlalixtac expusieron que con las pocas precipitaciones pluviales que se han registrado en estos meses el cuerpo de almacenamiento aumentó su nivel de vital líquido.
Recordaron que hace ya un año en el mes de mayo se vivió una de las peores crisis ya que el agua se extinguió de la presa, debido a que un año antes no se registraronlluvias en la parte alta.
Abordados mientras dan rondines a un costado del cuerpo de almacenamiento confían en que con las precipitaciones de julio y agosto se pueda recuperar gran parte de la presa.
“Ahorita estamos administrando lo poco que hay, esto que vemos no es nada a lo que se ha tenido en otros años cuando la presa llega hasta los árboles, pero tampoco estamos como hace un año”, reconocen.
Sin embargo la carencia de agua no solo ha afectado a los campesinos de Tlalixtac de Cabrera por la falta de riego en los cultivos, sino también a los comerciantes de los comedores cercanos.
Los propietarios reconocen que al poner en marcha el funcionamiento de una tirolesa a lo largo de la presa El Estudiante, ha generado mayor movimiento de visitantes dado que las ventas se encuentran al mínimo.
Relatan que a lo largo de la semana son escasos los clientes que llegan a comer debido a que la mayor afluencia se registra los sábados y domingos, toda vez que sigue siendo un espacio de convivencia familiar.
Antes las familias venían y se sentaban en la orilla para comer algo o rentaban una de las palapas para poder asar la carne que traían, pero ahora no están llegando y eso se debe a que la presa está seca, reconocen.
Una situación similar se vive en la presa denominada La Azucena la cual también pertenece a Tlalixtac de Cabrera, cuyo sitio únicamente lo divide la carretera que va hacia Huayapam.
En la presa contigua el nivel no ha alcanzado más allá del 50%, lo que en versiones de los vendedores de alimentos les impacta de manera negativa porque ha sido el principal atractivo del lugar.
“Los clientes se quedan porque ya llegaron hasta aquí, pero no hay patos o las aves que llegan al embalse normalmente cuando se encuentra al 100%, pero no nos queda más que esperar a las lluvias que vienen y que se recupere la presa”, indican.