Crispina Sosa, desvelos para sacar adelante a la familia
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Crispina Sosa, desvelos para sacar adelante a la familia

Crispina Sosa es artesana y ama de casa, obligada a planear su tiempo y definir responsabilidades


Foto: Luis Alberto Cruz / La artesana Crispina Sosa Martínez dice que ha dedicado 36 años de su vida a ser esposa, mamá y abuela.
Foto: Luis Alberto Cruz / La artesana Crispina Sosa Martínez dice que ha dedicado 36 años de su vida a ser esposa, mamá y abuela.

Crispina Sosa Martínez es de Teotitlán del Valle; desde la adolescencia aprendió a tejer en telar y lo tomó como un oficio con el cual contribuyó para la crianza de sus hijos y aportó a la economía familiar.

La señora, de 54 años de edad tiene tres hijos, a quienes les heredó el amor por esta actividad que es característico de esta comunidad de los Valles Centrales.

La artesana tiene su puesto en el Mercado de las Artesanías en la ciudad de Oaxaca y en donde todos los días trae sus piezas que elabora en su taller junto con su familia y, al igual que cuando empezó, usa como medio de transporte el autobús.

Además de dedicarse a esta actividad, después de casarse a los 18 años de edad, asumió las responsabilidades de la casa.

Al ser de un pueblo, uno aprende a cocinar, a hacer el atole para ir al molino y hacer las tortillas. Después vinieron los hijos y con eso, más responsabilidades para el cuidado de ellos para que tuvieran lo necesario”, comentó.

Desde su local en el centro de la ciudad, contó parte de lo que ha sido su vida como mujer, madre, esposa y artesana.

Es un poco difícil, pero siempre le eché ganas para salir adelante con los niños porque uno hace muchas cosas y le pone ganas al trabajo por ellos y su bienestar, porque son nuestra vida”, comentó Sosa Martínez.

De acuerdo con el INEGI, el 5.9% de las mujeres de 12 años y más con hijas e hijos nacidos vivos son solteras. Un 17.2% están casadas religiosamente y 27% se reportó como casada por el civil y religiosamente.

Mientras tanto, el 21.9% está en unión libre y 9.7 está separada, un 1.4% divorciada y 12.1% viuda.

En el caso de Crispina, está casada desde hace más de 30 años, por decisión y voluntad de estar con su marido, comentó.

 

Múltiples responsabilidades de la madre

 

Hubo una época donde Crispina Sosa Martínez tejía en la noche y madrugada, para tener tiempo en el día y atender a los hijos, estar pendiente de la escuela, de las tareas, porque el esposo se iba de migrante jornalero de manera frecuente.

Cuando los hijos eran chiquitos, trabajé de madrugada, de noche para ganarle al tiempo y tener más tapetes y con eso, lograr más dinero y no les faltara lo elemental”, contó.

Aunque era cansado para ella, es gratificante que ahora, sus hijos de 30, 32 y 34 años de edad ya son adultos que le retribuyen con su cariño y son responsables en sus cosas.

Ser mamá es una gran responsabilidad porque uno tiene que hacer muchas cosas por los hijos y por el amor a ellos, se sacrifica uno con el tiempo y se acomoda todo para estar con ellos durante el día”, dijo.

Sosa Martínez comentó que el hecho de vivir en un pueblo, le dio la facilidad de comprar comida más económica o de ir pasando el día con poco dinero cuando no hay dinero suficiente.

Pero sí hubo días que no hubo nada que comer y en el pueblo se buscaron cositas para comer como frijolitos, chepil, calabacitas, y el maíz que había era mucho porque de ahí podíamos subsistir”, comentó.

Y en su experiencia de estas cinco décadas, la situación va cambiando y ahora, las comidas son rápidas y no tan nutritivas.

Por eso, una de sus responsabilidades era hacer comida para sus hijos, así como cuidarlos de manera permanente en sus actividades.

Para nosotras lo importante era que hubiera maíz y con eso, se hacía tejate, las tortillas y elaborar cosas más naturales a metate y conforme las posibilidades”, indicó.

Ahora, de sus 3 hijos, ya tiene 7 nietos y nietas, a quienes quiere como a sus hijos.

Yo estoy contenta porque siento que sí les enseñé, sí los cuidé y son hombres de bien”, comentó la señora que ha dedicado 36 años de su vida a ser esposa, mamá y todavía participar en una actividad remunerada para mejorar la situación económica de la familia.

La artesana sigue activa en este oficio y para llegar a vender a la ciudad de Oaxaca, toma el autobús para ahorrar un poco porque la venta no anda muy bien en estos días.

Y debido a la competencia en las calles, hay días que no venden muchas piezas.

 

“Ser mamá es una gran responsabilidad porque uno tiene que hacer muchas cosas por los hijos”: Crispina Sosa Martínez, Artesana de Teotitlán del Valle

 

Crispina Sosa cambió la forma de educar a hijos e hijas

 

Para Crispina Sosa Martínez conforme van pasando los años, la forma de educar a los hijos e hijas ha cambiado, y eso está dando más libertades a que haya desobediencia y falta de respeto.

Y es que, recordó que cuando ella creció, el papá y la mamá la educaron a ‘cinturonazos’ en caso de no obedecer y se le limitó el hecho de estar de novia o de salir a la calle en la noche.

“Yo pienso que estaba bien porque asumimos más respeto hacia la gente mayor y ahora todo es diferente en la forma de educar a los niños”, comentó.

Aunque no está de acuerdo con la violencia, opina que deben darse sanciones para quienes incumplan con las reglas de la casa.

Crispina Sosa, es el caso de una mujer rural, quien aprendió un oficio, es mamá, ama de casa sin remuneración y está activa en la aportación para el sustento familiar.


aa

 

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