Instituciones educativas, parroquias y feligreses, se sumaron a la XXXII Feria del Seminario Pontificio de la Santa Cruz, en el que se llevaron a cabo una kermés y actividades religiosas y culturales.
Después de tres años de no realizarse, las actividades presenciales de la Feria se reanudaron desde las primeras horas de este domingo con la presentación de la Banda de Música de Tlaxiaco y bailables regionales que brindaron estudiantes de las diferentes instituciones académicas y religiosas.
En el transcurso del día, arribaron miles de feligreses para presenciar los eventos culturales y para acompañar a los directivos del Seminario que promueven la vocación sacerdotal y humana de las y los jóvenes oaxaqueños.
El padre Jerónimo Vicente Fabián, rector del Seminario Pontificio de la Santa Cruz, agradeció la presencia de las y los católicos, pues a través de la Feria, la institución percibe apoyos de la sociedad civil para continuar con la formación de oaxaqueñas y oaxaqueños que puedan aportar para el desarrollo de México.
Estamos muy agradecidos con todos ustedes, por su cariño al seminario, sigamos orando por las vocaciones y porque sigan suscitando vocaciones en nuestras familias, necesitamos sacerdotes y para tener sacerdotes, necesitamos seminaristas”.
Expuso que a la gran feria acudieron representantes de las parroquias de San Tomás Ixtlán, San Matías Jalatlaco, Santa María Lachixio, San José Lachiguirí, Santa Ana Tlapacoyan, Parroquia de Sagrado Corazón de Jesús, de Santiago Cuilapam y la de Asunción Nochixtlán.
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Por su parte, el Arzobispo de la Arquidiócesis de Antequera Oaxaca, Pedro Vázquez Villalobos, primero agradeció a quienes participaron en la gran calenda que se llevó a cabo el 5 de mayo para anunciar la feria que tiene como finalidad la promoción vocacional.
Hoy tenemos que decir: cuánto amor hay en nuestro pueblo por el Seminario. Usted ha venido aquí, no porque no tenga otra cosa qué hacer, no porque no tenga a dónde ir. Ha venido aquí porque ama al Seminario, porque ama a sus sacerdotes, por eso ha venido.
Ante las y los feligreses, el Arzobispo también mostró su preocupación ante la ola de violencia que se vive en la sociedad. “Nos preocupa que no haya paz, que haya tantas injusticias. Nos preocupa que haya tantas fricciones en nuestros pueblos, nos preocupa; que haya asesinatos, feminicidios, que haya tantas cosas, nos preocupa y elevamos nuestra mirada a Dios y le decimos: Señor, llénanos de paz, haz que las personas que toman decisiones en nuestros pueblos no decidan ir contra otro pueblo, no decidan eso, sino que decidan entrar en diálogo y ponerse de acuerdo y vivir en paz”.
Que ninguna persona, que ningún oaxaqueño tome la decisión de herir a alguien, de pisotear la dignidad y la grandeza de los semejantes. Concédenos la Gracia de que todos nosotros, que vivimos aquí, en nuestro Oaxaca, sepamos ser respetuosos y nos valoremos, valoremos la grandeza de la mujer, que es hija, que es esposa y que es madre, esa es la grandeza de la mujer y a veces pisoteamos esas grandezas de una hija, de una esposa o de una madre. Pero también la grandeza de un hombre, de un hijo, de un esposo y de un padre.
Nuestro Oaxaca necesita que nosotros nos miremos con el respeto y con el amor, como debe de ser. Aquí, frente a mí, puedo contemplar hombres y mujeres de bien, hombres y mujeres de corazón bueno, capaces de amar”, destacó.
