Ya llegaron las lluvias y con ellas miles de ‘chicatanas’; en varias poblaciones de Oaxaca las personas se dan a la tarea de agarrar estas hormigas grandes con alas, son rojizas y de cuerpo alargado, las cuales son usadas para preparar suculentos alimentos prehispánicos.

Desde hace mucho tiempo, las ‘chicatanas’ han formado parte de la cultura gastronómica de las y los oaxaqueños, contienen alto contenido proteínico y un exquisito sabor.
En diversos pueblos, a lo largo y ancho de Oaxaca, tras las lluvia la gente, que va desde niños hasta personas de la tercera edad, salen desde temprano de sus casas y se dan a la tarea de recolectar a estos insectos que solo se dan una vez año.
Algunos se apoyan una bolsa de plástico y le ponen agua, de esta manera las ‘chicatanas’ no se pegan y evita que se escapen al momento de abrir la bolsa para capturar más. Ciertas gentes consideran que de esa manera los insectos tiene una muerte digna, para que no llegue vivas al comal, tal como lo refiere Petra Pérez, una septuagenaria, “el animalito nos va a alimentar, es parte de nuestra naturaleza y como respeto a ella, hay que tratar de no hacerle sufrir, de lo contrario hasta te pueden caer mal”, esto parecerá absurdo pero es parte del respeto y conexión que tiene la gente, de muchos pueblos oaxaqueños, con nuestra madre naturaleza.

Una vez recolectadas las suficientes ‘chicatanas’, se tuestan en un comal y luego se pueden servir en memelas, sopes o en tacos con un poco de salsa. Con ellas, también se pueden preparar exquisitas salsas en el molcajete, hacer mole y unos suculentos tamales.
La demanda de ‘chicatanas’ ha crecido y se debe a la promoción que se le ha hechos desde la mirada turística y por tratarse de un insecto utilizado en comidas exóticas y prehispánicas, sus precios son variados y se han elevado potencialmente, en el mercado un kilo de ‘chicatanas’ puede oscilar entre los 500 y 6 mil pesos.
