Alarma por hepatitis B; lidera Oaxaca incidencia

Con 13 casos reportados de hepatitis vírica B en lo que va del año, Oaxaca ocupa el primer lugar del país de los estados con mayor incidencia, cuando apenas en 2019 ocupaba los últimos lugares.

De un total de 134 casos en México, a Oaxaca le sigue Baja California y Sinaloa con 12, Ciudad de México y Estado de México con 10, Chiapas con 9 y Quintana Roo con 8, por citar algunos de mayor registro.  

De los 13 casos notificados para Oaxaca, 11 se reportaron en hombres y apenas dos en mujeres (todos adultos); 11 en Valles Centrales y dos en Tuxtepec. El total en lo que va del año, rebasa en gran medida el registro de 2021 en el mismo periodo, cuando se reportaban apenas tres casos.

Así también, con el elevado número en los primeros cuatro meses de este año, se prevé que 2022 rebase los registros de años anteriores, toda vez que 2018 concluyó con 17 casos, 2019 con 14, 2020 con 15 y 2021 con 19.

La hepatitis B de acuerdo al sector salud, es una infección grave del hígado que se puede prevenir fácilmente mediante una vacuna. Generalmente esta enfermedad se transmite por la exposición a los fluidos corporales infectados y los síntomas varían: estos pueden incluir color amarillento de los ojos, dolor abdominal y orina oscura. 

Algunas personas, especialmente los niños, no experimentan síntomas. Los casos crónicos pueden incluir insuficiencia hepática, cáncer o cicatrices. La afección suele desaparecer por sí sola y los casos crónicos requieren medicación y, posiblemente, un trasplante de hígado.

Se contagia por elementos en contacto con sangre (agujas sucias o sangre sin analizar), de madre a hijo durante el embarazo, el parto o la lactancia, así como por relaciones sexuales vaginales, anales u orales sin protección.

Pese a este incremento y la importancia de la vacunación desde temprana edad, tanto en la entidad como en el resto del país se advirtió una disminución en la aplicación del esquema básico de vacunación como consecuencia de la pandemia por Covid-19, tanto por la suspensión de algunos servicios en unidades médicas, como la negativa de la población a acudir a estas por miedo a los contagios.

Cabe destacar que en 2019 el Gobierno del Estado informó de una aplicación de 3 millones 431 mil 455 vacunas para mantener erradicada la poliomielitis, eliminar la difteria, el sarampión, la rubéola y el síndrome de rubéola congénita, así como controlar las enfermedades invasivas por Haemophilus Influenza tipo B y tétanos, las cuales no presentaron mayores registros en los últimos años.

Para el 2020, año en que llegó la pandemia en México, se notó una disminución en la vacunación, cuando se informó de una aplicación de 2 millones 211 mil 139 vacunas. Para el año pasado, el número fue aún menor.

De acuerdo a la Secretaría de salud federal, la vacuna de hepatitis B se aplica mediante una inyección intramuscular en el muslo izquierdo, en un esquema que consiste en tres dosis: la primera se aplica de preferencia en las primeras horas del nacimiento, la segunda a los dos meses y la tercera a los 6 meses de edad.

Para evitar contagiarse de hepatitis B, el sector salud recomienda usar condón al tener relaciones sexuales, no compartir cepillo de dientes o máquina de afeitar con otras personas; además, antes de hacerse un tatuaje o ponerse argollas o piercing, verificar que los instrumentos a utilizar sean desechables.

“Si eres portador informa a tu dentista y médico sobre tu estado de portador y si estás embarazada y sospechas tener el virus, es necesario realizarse exámenes de laboratorio y contar con tratamiento en el nacimiento del bebé, para evitar que se contagie”.

Es necesario recordar que en los esquemas de vacunación desde la infancia, se contemplan dosis contra la hepatitis, difteria, tosferina, poliomielitis, sarampión, rubéola y parotiditis, desde los primeros meses de vida y hasta los 6 años de edad, entre otras que deben aplicarse cada año.

Apenas en junio de 2021, organizaciones e instituciones de salud señalaban que la aplicación de vacunas del esquema básico disminuyó hasta en 30% en el país, pero en estados como Oaxaca el porcentaje fue de hasta el 35%.