Viernes de Dolores, tradición con fervor
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Viernes de Dolores, tradición con fervor

El Viernes de Dolores recobró su fervor a dos años de que la tradición se viera mermada a causa de la pandemia


Viernes de Dolores, tradición con fervor | El Imparcial de Oaxaca
Foto: Adrián Gaytán / El altar a la Virgen de los Dolores se colocó en los lugares más visibles

Los colores morado y amarillo en forma de lienzos, las representaciones de la Virgen María en su advocación de Dolores, los listones, las coronas de cucharilla, los animales de barro con germinados de chía y las macetas con pequeñas milpas poblaron el mejor lugar de templos y hogares católicos, lo mismo que de establecimientos comerciales e incluso galerías.

Dos años después de que la tradición se viera mermada en su expresión pública y masiva a causa de la pandemia, el Viernes de Dolores recobró su fervor en el Centro Histórico de la ciudad de Oaxaca.

La feligresía acudía tanto a los templos católicos como a los mercados en busca de lo necesario para su altar del Viernes de Dolores o para los demás días de la Semana Santa. La Semana mayor, como también se le conoce a la última semana de la Cuaresma. Y que para algunos empieza con el Sexto Viernes.

El Viernes de Dolores, una tradición católica que data de los tiempos de la colonización y evangelización volvió para teñir de colores las fachadas de varios inmuebles en el andador turístico y los alrededores de la Alameda de León y el zócalo.

“Pasen a ver el altar”, era la invitación que tanto a grupos de turistas extranjeros como a paseantes locales hacían el artista Boris Loredo y personal de la galería La Mano Mágica en la calle Macedonio Alcalá. Sin dudarlo, los visitantes y su guía entraban a la galería, en donde además se ofrecía agua de jamaica. Y en donde el autor oaxaqueño explicaba los elementos que integran el altar, desde una tela especial que para la ocasión usaron como lienzo en el fondo, similar a la de las prendas que usan los párrocos.

El altar a la Virgen de los Dolores se colocó en los lugares más visibles tanto en la Catedral Metropolitana como en galerías y comercios. Con veladoras, macetas, germinados en señal de ofrenda para una buena cosecha, la empatía con los dolores de la Virgen se expresaron en varios elementos.

Las cruces y los corazones metálicos, así como los motivos que recuerdan los dolores de la Virgen María, en su advocación de la Virgen de Dolores, figuran lo mismo en accesos, fachadas, como en interiores.


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