Inseguridad y corrupción ahuyentan las inversiones en Oaxaca

La inseguridad pública y corrupción en los órganos de los tres niveles de gobierno son factores que considera el sector empresarial ahuyentan las inversiones en las diferentes regiones del estado de Oaxaca.

De acuerdo con los resultados del censo denominado Data Coparmex que presentó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), con cierre al mes de noviembre de 2020, más de la mitad de las empresas oaxaqueñas han sido víctimas o tienen percepción de la delincuencia.

Además, un tercio de los socios de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex-Oaxaca) ha sufrido los estragos de la corrupción en el estado de Oaxaca y apenas el 30% tiene ánimo de invertir.

Según las cifras del INGEI, en el rubro de Gobierno, en la encuesta realizada a los socios de Coparmex, sobre si consideran que su gobernador está cumpliendo con los objetivos para los cuáles fue electo, el rango que consideran que sí sólo es el 12 %, lo que representó un descenso a comparación con el 18 % que consideró que sí al cierre de 2019.

Uno de los principales factores por los que los empresarios reprueban a sus autoridades es la falta de gobernabilidad, ya que desde el conflicto social de 2006 hasta finales de 2021 los bloqueos afectan las principales vialidades de la ciudad capital, lo que ha generado grandes pérdidas en el sector empresarial.

En materia de seguridad, al cierre de 2020 el 52 % señaló que fue víctima de la delincuencia, pues varios comerciantes y empresarios que operan en la Zona Metropolitana de Oaxaca (ZMO) han denunciado robos y saqueos en sus comercios.

Ante la falta de vigilancia policiaca, los delincuentes operan incluso durante el transcurso del día, por lo que el robo con violencia también va en aumento en los comercios establecidos.

En el tema de corrupción correspondiente a los trámites públicos realizados por socios de la Coparmex, a noviembre de 2020 el 39 % señaló que sí experimentó este fenómeno que afecta a la sociedad oaxaqueña.

Esta situación generó que la confianza de los empresarios para invertir en la entidad oaxaqueña disminuyera, ya que del 0 al 100 solo se obtuvo un 26 % de confianza, lo que significa que no existe optimismo para nuevas inversiones, en tanto en este mismo periodo, apenas el 30 % consideró que es ahora buen momento para invertir.