Rebosan los muertos en Huajuapan
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Rebosan los muertos en Huajuapan

El panteón 16 de Septiembre se encuentra saturado desde tiempo atrás, mientras que Jardines del Recuerdo y el Gólgota están a punto de llegar a su límite


Rebosan los muertos en Huajuapan | El Imparcial de Oaxaca

Las fiestas en la Mixteca tienen su raíz de los indígenas y españoles, de los antiguos náhuatl que dentro de su cosmovisión, la vida y la muerte tenía que ver con el universo y sus dioses.
En los rituales para los muertos lo más importante era la forma en que morían, no como habían vivido.

El panteón 16 de Septiembre, el primer panteón de esta ciudad, que sigue siendo uno de los más concurridos, por lo que no tarda en llenarse del aroma ancestral a incienso, veladoras y flores para recibir a los muertos que acompañan a los que permanecen en la tierra.

Los panteones de Huajuapan están saturados desde hace tiempo.

El gobierno municipal de Huajuapan informó que ya se encuentran realizando los trabajos necesarios para mantener los panteones listos para la llegada los visitantes, principalmente el 16 de Septiembre, ubicado en la colonia Tepeyac, El Gólgota, en San Pedro Los Pinos y el Jardines del Recuerdo, en la colonia Del Maestro.
De acuerdo a la historia que produjo Antonio Soriano El Aguilucho, del grupo de Radioteatro Voces del País de las Nubes, el panteón municipal 16 de Septiembre fue el primero del municipio y representaba los límites de la villa.

En el periodo 1963 – 1964, siendo presidente municipal Ramón Pérez Castillo, se construyó en el interior una fuente con piedras de tezontle rojo y piedra blanca, con la cual dibujó el distrito de Huajuapan.
Como no había otra fuente de agua, de ahí tomaban las personas. En el centro de la pileta y en cada costado había maceteros. Al frente se colocaron bancas para descansar y el jardín del lugar era único.

La historia relata que en ese tiempo y muchos años después, el panteón fue cuidado por José Soriano Corro Don Chelito, a quien el periodista Ibo Cervantes llamó El poeta del panteón, descendiente de Antonio de León.

En ese entonces la familia Díaz eran los únicos albañiles que dedicaban su tiempo al panteón. En ocasiones, durante las madrugadas eran llamados para hacer una bóveda y tenían que pasar horas escarbando entre la oscuridad y los sonidos de la noche.

La tierra y las tumbas que sacaban las tiraban en la barranca, lo que ahora es la calle Luis Echeverría y el desnivel de la continuación de Pedro Moreno. Ahí fue el tiradero de cajas mortuorias por mucho tiempo.

A pocos días de las festividades de los fieles difuntos, la ciudad se prepara para recibir a sus seres queridos, por lo que se inició con los trabajos de limpieza en los panteones.

No alcanzan los muertos

En 2016, Gerardo de Jesús Cubas Cruz, director de Panteones Municipales, informó que el panteón 16 de Septiembre se encuentra saturado desde hace tiempo, mientras que el Jardines del Recuerdo y El Gólgota están a punto de llegar a su límite de capacidad.

Enfatizó que en cada administración se emprenden trabajos para regularizar las tumbas abandonadas invitando a los familiares a pagar los impuestos correspondientes por cada lote.

Agregó que los espacios que no son renovados con el pago del predial, son puestos a la venta para que otras personas lo utilicen, ya que al ser lugares municipales deben de cumplir la norma para garantizar los derechos de la ciudadanía que desea sepultar a algún familiar.

234 fosas en tres
cementerios pasaron a ser propiedad municipal

Subrayó que en 2014 un total de 234 fosas en los tres cementerios principales pasaron a ser propiedad municipal, ya que sus propietarios presentaron un retraso de 10 años en el pago predial.

Indicó que sí alguien deja de corresponder su anualidad durante siete años, el espacio regresa a propiedad municipal. Mencionó que por año los propietarios pagan alrededor de 63 pesos y siete pesos por recargo.
Agregó que en el 16 de Septiembre la fosa tiene un costo aproximado de tres mil 826 pesos; en El Gólgota, en la primera sección tres mil 188 y dos mil 332 pesos en la segunda. En el Jardines del Recuerdo cuesta mil 211 pesos, en la primera sección y dos mil 232 pesos, en la segunda, todas con una medida de 1.10 por 2.30 metros.

Cubas Cruz invitó a la ciudadanía a participar en las tradiciones y costumbres del Día de Muertos y en las actividades que se realizan cada año en la explanada del panteón municipal 16 de Septiembre durante el 1 y 2 de noviembre.

Comienzan preparativos

A pocos días de las celebraciones católicas de los Fieles Difuntos y Todos los Santos el 1 y 2 de noviembre, los comerciantes en esta ciudad han comenzado a instalar sus expendios para ofrecer a la ciudadanía productos tradicionales que adornarán ofrendas y tumbas para honorar a los muertos.

Eliasub Carillo, secretaría de Actas y Acuerdos del mercado Cuauhtémoc, dijo que como cada año cerca de 40 puestos se instalarán en la explanada de dicho centro comercial situado entre las calles Valerio Trujano y Cuauhtémoc, en el centro de la urbe.

“Invitamos a toda la ciudadanía a visitar la plaza que ya se está instalando para que el fin de semana este todo listo. Estaremos aquí hasta el 2 de noviembre. Podrán encontrar todo lo relacionado con la festividad de muertos; velas, veladoras, flores, pan, fruta, incienso, dulces, angelitos de azúcar y calaveritas de chocolate”, comentó.

Luego de que el tianguis del Día de Muertos fuera retirado de la calle Cuauhtémoc, la misma que conduce al mercado y en donde por varias décadas laboraron, Eliasub comenta que ahora llevan más de 15 años instalados en la explanada del mercado para no afectar la circulación vehicular.

Destacó que luego del sismo del pasado 19 de septiembre, la economía de los expendedores se encuentra resentida. Ahora con las celebraciones de Todos los Santos seguirán de pie para poder llevar el sustento a sus familias y al mismo tiempo fortalecer la economía.

“Necesitamos estar unidos como comerciantes y sociedad para conservar lo nuestro. A nivel económico sí nos alivianamos un poco. Esperemos que este año nos vaya bien a pesar de la contingencia”.

La también cocinera del mercado, comentó que a dos semanas del Día de Muertos lo primero que se comienza a vender son las veladoras y los dulces. Llegando el 1 y 2 de noviembre los productos más demandados son el pan y la flor de cempasúchil o flor de los muertos.

Abundó que en el Mercado Cuauhtémoc son cerca de 180 locatarios que esta temporada ya están listos para recibir a propios y visitantes. Además de que todos los días ofrecen productos frescos y todo lo que se requiera para el hogar.

Las veladoras son las primeras en comercializarse antes de las celebraciones.

José Alfredo Jiménez, comerciante de veladoras, consideró que la situación actual para el sector es en verdad difícil. Aún así, tienen la esperanza de que las ventas salgan bien.
Subrayó que en su puesto se puede encontrar la tradicional vela amarilla, la vela blanca, veladoras, velas adornadas y aromáticas, elementos esenciales de la temporada que comercializan a través de productores regionales.

“Las ventas han estado demasiado caídas. La situación económica es mala. No nos queda más que trabajar y dar el mejor servicio a los clientes. Los invitamos a nuestro mercadito querido”, apuntó.

Historiadores apuntan que la ofrenda se remonta hace unos mil 800 años antes de Cristo, ya que se sepultaban a los muertos con ofrendas específicas.

Más tarde, alrededor de mil 500 años antes de Cristo, los pueblos sepultaban los cadáveres acompañados con ricas ofrendas de cerámica, alimentos y utensilios personales.

Los habitantes de Mesoamérica creían que después de morir, continuarían viviendo en otro modo. Los muertos eran enterrados con toda clase de objetos que pudieran serles útil en su viaje al Mictlán.
La fiesta de muertos está vinculada con el calendario agrícola prehispánico, porque es la única fiesta que se celebraba cuando iniciaba la recolección o cosecha.

Es decir, es el primer gran banquete después de la temporada de escasez de los meses anteriores y que se compartía hasta con los muertos. Así representaban la relación que creían existía entre el ciclo siembra-cosecha y vida-muerte

Si en el estado de Oaxaca la tradición de Día de Muertos es muy importante para las fiestas mexicanas, en la región Mixteca no solo se trata de una fiesta, si no de una mezcla de elementos culturales.

Cosmovisión

La muerte en la cultura mixteca, como en la mayoría de las culturas mesoamericanas, no representa el final de la vida, sino el inicio del camino a una nueva forma de existir junto a los dioses. Más que morir, importa más lo que sigue después.

 

 

Ofrenda en la Preparatoria 3 en 2016.


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