Utilizan a menores en siembra de amapola y mariguana en Oaxaca
El año pasado los militares tuvieron algunos incidentes cuando se dirigían a campos de cultivo de amapola y mariguana, donde los niños y mujeres fueron utilizados como escudos para evitar el ingreso militar.
Además de ser utilizados como escudos en los campos de cultivo de amapola y mariguana, ante la incursión de militares para su destrucción, decenas de menores de edad sirven a la delincuencia para la siembra y cosecha.
“Desafortunadamente los niños son utilizados en estas actividades ilícitas; para rayar el bulbo de la amapola, se requiere una mano pequeña y algunos son empleados para llevar a cabo esta actividad”, expuso el comandante de la VIII Región Militar, Alfonso Duarte Múgica.
Destacó que el año pasado los militares tuvieron algunos incidentes cuando se dirigían a campos de cultivo de amapola y mariguana, donde los niños y mujeres fueron utilizados como escudos para evitar el ingreso militar.
“Pero ya la población indígena se ha dado cuenta que nuestra presencia se debe a la destrucción de los plantíos”, señaló, luego de afirmar que ante este tipo de escenarios los militares también han puesto en marcha una labor social como la entrega de cobijas, asistencia médica, peluquería, pláticas a mujeres, entre otros apoyos de manera coordinada con las autoridades gubernamentales.
En lo que va del año, los militares han realizado la destrucción de 8 mil 204 plantíos, de los cuales, 4 mil 200 fueron de amapola y 2 mil 4 de mariguana, que superan los resultados en 20% de lo registrado el año pasado.
El comandante consideró que el incremento en los plantíos de enervantes puede deberse, entre otras causas, por la legalización de la mariguana en el país del norte y la demanda que aún persiste de la amapola.
En Oaxaca, las áreas de incidencia en siembra de amapola y mariguana son Coatecas Altas, San Carlos Yautepec, Ozolotepec y Coicoyán de las Flores, así como el área serrana de Totolapa.
Duarte Múgica señaló también que algunos grupos de Guerrero pasan a Oaxaca para llevar a cabo la compra, pero también se tiene la demanda de la ciudad de México y Puebla.
Por estas acciones en 2017, los militares evitaron mil 200 millones de pesos en ganancias por la comercialización de estos enervantes, que pudo haber sido utilizado para la compra de armamento, incorporar sicarios, compra de radios y el aumento de la violencia.
