En medio de los informes de los Servicios de Salud, en los que se reconoce a la ciudad de Oaxaca y otros más de 20 municipios metropolitanos como focos rojos por dengue, en el ayuntamiento capitalino la apuesta ha sido la descacharrización. Es decir, la recolección de recipientes conocidos como “cacharros” en los que se pueda almacenar agua y esta sea aprovechada por los mosquitos para su reproducción.
Este programa, explicó el edil recientemente, se ha realizado de manera permanente. Sin embargo, a diferencia de la pasada administración, en los que la pandemia de Covid-19 llevó a la conformación de comités municipales revisar no solo este problema sino otros de salud como los casos de dengue, zika y chikungunya, en esta ocasión la regiduría de Salud y sanidad, a cargo de Pablo Alberto Ramírez, no ha retomado tal estrategia.
Estamos actuando en términos de prevención”, ha señalado el presidente municipal, Francisco Martínez Neri sobre los recorridos del área de servicios municipales para recoger en las agencias y colonias los chacharros que pudieran permitir la proliferación del mosquito transmisor.
Asimismo, señaló que colabora con el gobierno estatal al dotarle de insumos para las nebulizaciones u otras acciones de atención al problema.
Al margen de los datos de la dependencia estatal, explicó que no se tienen datos específicos de las colonias o zonas de la ciudad en donde haya más casos. A la par de la descacharrización, desde el ayuntamiento se han difundido carteles de prevención en la materia.