Censura IMCO crisis de la basura en Oaxaca
La situación se agrava ante la desesperación de la ciudadanía, reconoce Valeria Moy
A poco más de una semana para el relevo del Poder Ejecutivo, la crisis de la basura parece no disminuir en la ciudad de Oaxaca y su zona metropolitana, por el contrario, cada día la situación se agrava por la desesperación de los ciudadanos, quienes llevan semanas con bolsas de basura en sus patios.
Un problema como el que está viviendo actualmente la ciudad de Oaxaca pone de manifiesto nuestros más grandes defectos: la nula capacidad de planear, de pensar a futuro; el poco civismo; el deseo de politizar hasta la recolección de basura; la inagotable búsqueda del poder por el poder”, opina la analista Valeria Moy.
Y es que desde el pasado mes de octubre fecha fatal cuando cerró el tiradero ubicado en la Villa de Zaachila se ha complicado la situación para la ciudad capital, quien no encuentra un sitio alterno para depositar las más de 500 toneladas que se generan a diario.
A través de un recorrido se puede observar que aún sigue intacto el primer tiradero clandestino habilitado por Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México (CATEM) en el playón del río Atoyac.
En donde siguen trabajando las autoridades para agilizar la recolección de desechos en el segundo basurero a cielo abierto impuesto por la misma organización, pero ahora frente a las bodegas de fruta del Mercado de Abasto.
Derivado a la enorme contaminación que genera, el edil capitalino aceptó que personal del ayuntamiento retirara las toneladas acumuladas en el sitio, mismas que a decir de los comerciantes ha detonado en la aparición de fauna nociva.
Pero la basura no solo está en las calles turísticas ni en el Zócalo. Está fuera de los mercados -imaginen el riesgo sanitario- y fuera de las casas. Hablar de separación de residuos suena aspiracional. Todo revuelto, todo sucio”, relata la directora del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), quien estuvo de visita e Oaxaca de Juárez.
La experta en análisis económico añade que “el basurero cerró en octubre tras 42 años de operación. Y lo hizo por la simple razón de que se llenó. No se llenó de la noche a la mañana. Hubo avisos y tiempo para planear y buscar soluciones. Pero nada sucedió y hoy la ciudad de Oaxaca está inundada de basura”.
En su opinión, el presidente municipal (Francisco Martínez Neri) poco ha hecho al respecto.
