Prevalece daño al arbolado, comercio y deterioro de áreas en la Alameda de León
Este espacio público de la capital oaxaqueña se ha convertido, junto a la Plaza de la Constitución, en un sitio predilecto para la protesta social, ya sea a manera de mítines, conferencias o incluso una feria
La Alameda de León, uno de los espacios públicos más céntricos de la capital oaxaqueña vive a diario problemas de contaminación, de arbolado con plagas o con riesgo de caer. El comercio, las protestas, así como el daño a su flora y fauna o en sus estructuras y escultura son otros de los retos o aspectos por atender, y que muestran el abandono gubernamental.
El año pasado, en este sitio fue detectado al menos un árbol con riesgo de colapso. Se trata de un laurel de varias décadas de existencia o quizá más de un siglo, pero del que ambientalistas advirtieron su caída y con ello posibles daños a quienes transitan en la zona, en el extremo de la avenida de la Independencia.
En el mismo espacio, la propia autoridad municipal ha reconocido que existe otro ejemplar, cercano al hotel Monte Albán, que padece por los daños de una bacteria.
En otras ocasiones, activistas por el medio ambiente también han criticado a la autoridad municipal, ya que por fechas o temporadas como las fiestas de navidad ha sembrado plantas que no siempre son adecuadas para el sitio.
Ante los daños que se observan en el arbolado, y que también afectan a la fauna urbana de la alameda, el Colectivo de Organizaciones Ambientalistas de Oaxaca (COAO) propuso en 2020 un Plan Integral de Cuidado y Preservación del Arbolado de la capital. Especialmente para el zócalo, la alameda y parques y jardines, y en cuyas acciones debían involucrarse autoridades estatales, municipales y sociedad civil.
Al ser un espacio ubicado en el corazón de la capital, y que en uno de sus costados tiene a la Catedral Metropolitana, la Alameda también sufre de los estragos por la protesta social o por usos inadecuados de personas. Por ejemplo, en la arteria denominada General Antonio de León, donde operan las oficinas de Correos de México y hay una sede de la UNAM, se observan áreas contaminadas, principalmente con desechos humanos.
En esta área, también cuelgan lonas de organizaciones sociales. Además de que desde hace varios años funciona un mercado de artesanos de origen triqui. Y cerca de sus puestos se mantiene la estatua dedicada al general Antonio de León. Sin embargo, el paso del tiempo y la desatención gubernamental han dejado daños en la escultura, colocada en el año 1885.
