Juchitán De Zaragoza, Oaxaca. – El pasado 8 de febrero, Carolina López López fue ingresada al hospital general “Macedonio Benítez Fuentes” de Juchitán, Oaxaca, después de haber sufrido agresiones por parte de su esposo, de nombre Antonio; las lesiones fueron tan graves, que el viernes 19 de febrero, la mujer perdió la vida.
Carolina, era una mujer indígena zapoteca de Juchitán, tenía 28 años y desde hacía una década, sufría de violencia intrafamiliar, al grado de que, en el 2012 perdió a su bebé luego de ser agredida por su pareja estando embarazada.
Durante todo este tiempo, según los vecinos, ella vivió una vida difícil al lado de su esposo, sufrió daño psicológico, violencia física e insultos.
El lunes 8 de febrero, Carolina fue canalizada por la Fiscalía de Juchitán en una patrulla de género a las instalaciones del Centro de Apoyo a la Mujer Istmeña (CAAMI) “Rosario Ibarra”. Rogelia González Luis, directora del CAAMI, refiere que, al llegar, Carolina “no podía sostenerse de pie”.
Al ver la gravedad de las lesiones y la brutalidad de la violencia vivida, la organización Grupo de Mujeres 8 de Marzo la trasladó al hospital. Durante 11 días, Carolina se debatió entre la vida y la muerte. En redes sociales se solicitó el apoyo de la sociedad para apoyar económicamente a su familia y exigir justicia. Su cuerpo no soportó las lesiones y falleció el viernes 19 de febrero.
Según versiones de la misma Carolina, el 5 de febrero pasado, Antonio, su esposo, intentó matarla al golpearla con diversos objetos en todo el cuerpo. Ese día, Antonio la habría amarrado, la golpeó con palos, cables de luz, varillas y le cortó con un machete una parte de la mano.
Estuvo encerrada por tres días, tiempo en el que perdió mucha sangre y soportó los dolores por las lesiones causadas por su esposo.
El 8 de febrero logró escapar con la ayuda de familiares y vecinos, pero el daño físico ya estaba hecho. Fue ese mismo día que ingresó al hospital de donde ya no salió con vida. Antonio C. L. fue detenido el 10 de febrero. Enfrentará cargos por feminicidio.
Alzan la voz por Carolina
“Ni una más, ni una más”, “justicia para Carolina”, es la voz de las mujeres y algunos hombres que retumbaba en las calles de Juchitán, al acompañar la carroza fúnebre que trasladó los restos de la joven al panteón municipal “Domingo de Ramos”.
Con pancartas en mano, las mujeres, la mayoría jovencitas, alzaron la voz para exigir justicia de un hecho que ha conmocionado a todo Juchitán.
La carroza recorrió la parte norte de la ciudad, desde la colonia Guadalupe donde vivía Carolina, pasar por la calzada del Instituto Tecnológico del Istmo hasta llegar al panteón municipal.
Llanto, dolor, pero, sobre todo, enojo y con la exigencia de justicia, una multitud, muchos aún sin conocerla en vida y que poco les importó los protocolos de salud por la pandemia del Covid 19, acompañó a la familia de la joven a su última morada.
“Estamos alzando la voz por Carolina para exigir justicia al terrible feminicidio del que fue víctima. Estamos alzando la voz por ella y por todas las mujeres que han sido víctimas de feminicidio y violencia”, dijo Beleguí López Blas, directora del Refugio para Mujeres Indígenas del Grupo 8 de marzo.
Aumentan feminicidios
De acuerdo con datos recabados por el CAAMI que dirige Rogelia González Luis, del 2017 a septiembre del 2019, se documentaron de manera oficial, 351 feminicidios en Oaxaca.
En el actual periodo del gobernador Alejandro Murat Hinojosa se han registrado 463 feminicidios en la entidad, lo que coloca a Oaxaca dentro de los diez primeros lugares en el país en este rubro.
En menos de dos meses, en lo que va del año, ya se registraron 15 feminicidios en la entidad.
Rogelia González, consideró que la pandemia por el Covid 19, que ha mantenido a las familias en confinamiento, provoca un aumento considerable de la violencia contra las mujeres, “y ha aumentado la zaña con la que las matan”.
El confinamiento, la falta de empleo, el estrés, la preocupación, la falta de recursos y estrategias de las autoridades para garantizar que las mujeres puedan vivir libres de violencia, han sido los factores que lo han originado, señaló.
La directora del centro hizo el llamado a las instituciones de procuración de justicia de los tres órdenes de gobierno a que implementen acciones de políticas públicas que garanticen la vida y la seguridad de las mujeres.
Rogelia González Luis, dijo que los datos del Secretariado Ejecutivo Nacional de Seguridad Pública Federal, “son alarmantes”, con el registro de mil 200 casos de mujeres asesinadas en el país en el último año de las cuales 566 fueron tipificadas como feminicidios.
“Esto no quiere decir que solo sean esas cifras, hay mujeres que son asesinadas de manera violenta y no son tipificados como feminicidios, sino como homicidio doloso o culposo”, expresó.
En el caso de Oaxaca, indicó que durante el periodo de la pandemia se atraviesa un aumento de la violencia hacia las mujeres.
“Hay un porcentaje muy elevado, las regiones de Valles Centrales y el Istmo registran el mayor número de mujeres asesinadas
A nivel nacional 11 mujeres son asesinadas al día. En el caso de la región del Istmo nos está preocupando demasiado porque a pesar de tener las alertas por violencia de género, lo que estamos viendo es un incremento de manera grave esta violencia en esta pandemia, que se ha traducido en muertes de mujeres con arma de fuego en un gran porcentaje”, agregó.
La pobreza, el machismo y el patriarcado, son otros de los factores que originan la violencia que alcanza también a las niñas y niños. “También hay un aumento en el abuso sexual infantil dentro de las cuatro paredes por el confinamiento”.
La defensora de los derechos de las mujeres, pidió que las instituciones brinden la atención, la prevención, y ejecuten la sanción y erradicación de la violencia de género que viven las mujeres, las niñas y los niños confinados.
“Esta pandemia viene a encender una alarma tan grande y que queremos que se detenga, porque lo que sigue habiendo es impunidad, la falta de aplicación de política que considere esta perspectiva de juzgar con una perspectiva de género”.
La violencia no surgió de un día para otro, dijo en entrevista la psicóloga Cristhian Marisela Matus Sánchez, del Centro Especializado para la Prevención y Atención de la Violencia de Género, pero consideró que “la pandemia vino a exacerbar la violencia, porque a las mujeres se les carga de trabajo y de estrés, y los hombres tienden a volcar toda su energía hacia las mujeres “.
“La violencia empieza de menos a más, desde las relaciones previas a vivir en familia, desde el noviazgo, y en esta dinámica de violencia es difícil separarse porque ya hay un ciclo violento y que llega a veces hasta la muerte”, apuntó.
Hay casos de mujeres que no llegan al feminicidio, pero viven de 40 a 50 años de violencia por parte de su pareja, lo que repercute en los hijos, comentó.
En plena navidad, el 25 de diciembre, Bertha José Domínguez fue asesinada por su pareja en el municipio de Unión Hidalgo en el Istmo de Tehuantepec. Su esposo le quitó la vida con arma blanca mientras dormía.
El cuerpo de una mujer que no fue identificado fue hallado en el río Los Perros de Juchitán. Según el dictamen forense de los peritos de la Fiscalía General del Estado de Oaxaca, fue asesinada a balazos y su cuerpo fue lanzado a las aguas del afluente.
La hallaron el 17 de noviembre en avanzado estado de descomposición. Ambos casos, así como el de Carolina, el más reciente, ha provocado que organizaciones sociales y la sociedad civil exija justicia y la aplicación de la ley contra los responsables.