Un desastre natural sin precedentes ha conmocionado al centro de Texas tras una súbita inundación del río Guadalupe que dejó más de 68 personas fallecidas y al menos 11 niñas desaparecidas en el reconocido Campamento Mystic, en el condado de Kerr. El fenómeno, provocado por lluvias inusualmente intensas tras el paso de la tormenta tropical Barry, arrasó la zona en apenas 45 minutos, dejando destrucción y dolor a su paso.
El vicegobernador Dan Patrick confirmó que el nivel del río aumentó más de ocho metros en menos de una hora, superando por completo los pronósticos del Servicio Meteorológico Nacional, que sólo anticipaban entre 7.5 y 15 cm de lluvia.
MENORES DESAPARECIDAS: EL FOCO DE LA BÚSQUEDA
El Campamento Mystic, ubicado a unos 137 kilómetros de San Antonio, alojaba a más de 750 niñas cuando ocurrió la crecida. Las autoridades han identificado 11 menores desaparecidas y 68 fallecidos confirmados (47 adultos y 21 menores), aunque el número podría aumentar en los próximos días debido a condiciones climáticas aún adversas y una afluencia alta de visitantes por el feriado del 4 de julio.
Las imágenes compartidas por rescatistas muestran literas flotando, cabañas sumergidas hasta el techo y pertenencias arrastradas río abajo. El gobernador Greg Abbott aseguró en redes sociales: “No pararemos hasta encontrar a todas las niñas que estaban en esas cabañas”.
CRÍTICAS A LA RESPUESTA Y FALTA DE ALERTAS EFECTIVAS
Funcionarios estatales y federales reconocieron que las alertas fueron insuficientes. Nim Kidd, director de Manejo de Emergencias de Texas, admitió que las predicciones meteorológicas fallaron dramáticamente, mientras que la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, planteó que el sistema de advertencias podría haber hecho más.
“Todos hemos querido más tiempo, más alertas y más advertencias. Hoy, lamentablemente, eso no fue posible”, declaró Noem en conferencia de prensa.
¿SE PUDO EVITAR LA TRAGEDIA?
La inundación ocurre en uno de los valles fluviales más peligrosos de Estados Unidos, según autoridades locales. Sin embargo, ni la experiencia de años lidiando con tormentas ni la ubicación crítica del campamento anticiparon una catástrofe de esta magnitud.
“Este evento no tenía precedentes. No había señales de que esto pudiera pasar”, dijo Robert Kelly, juez del condado de Kerr.
EFECTOS DEL CAMBIO CLIMÁTICO: UNA VARIABLE YA INNEGABLE
Expertos climatológicos han comenzado a relacionar la magnitud de las lluvias con los efectos del cambio climático. Según un análisis del climatólogo Russ Schumacher, las precipitaciones caídas en seis horas clasifican como un evento milenario, con menos del 1% de probabilidad de ocurrir en un año dado.
Una atmósfera más cálida contiene más humedad, lo que incrementa la probabilidad de lluvias torrenciales y crecidas súbitas como la que azotó Hill Country.
SOLIDARIDAD Y RESPUESTA FEDERAL
El presidente Donald Trump expresó su apoyo en redes sociales, asegurando que los socorristas federales trabajan coordinadamente con autoridades locales. Hasta el momento, más de 850 personas han sido rescatadas mediante helicópteros, lanchas y drones, aunque muchas zonas siguen incomunicadas por caminos colapsados.
El sitio web del Campamento Mystic colapsó debido al alto número de visitas. Mientras tanto, imágenes de presuntas menores desaparecidas circulan en redes sociales, pero las autoridades han evitado divulgar nombres.
UN CAMPAMENTO EMBLEMÁTICO MARCADO POR LA TRAGEDIA
Mystic no es cualquier campamento. Entre sus asistentes históricas destacan las hijas del expresidente Lyndon B. Johnson y la ex primera dama Laura Bush, quien fue consejera ahí en su juventud. Cada verano, familias de clase media y alta de Texas envían a sus hijas a estas escapadas en medio de los robles y cedros de la región.
Hoy, ese símbolo de tradición y comunidad está sumido en el luto y la incertidumbre.
LA PREGUNTA QUE QUEDA: ¿SE HIZO LO SUFICIENTE?
Con una tragedia aún en desarrollo, la gran interrogante para las autoridades será si se hicieron los esfuerzos adecuados para prevenir o mitigar esta emergencia.
Finalmente, para los familiares de las víctimas, entre el dolor, la urgencia es encontrar respuestas y justicia, además de reconstruir vidas que el agua arrasó en cuestión de minutos.