Este jueves 13 de febrero, el diario The New York Times informó que el Departamento de Estado de Estados Unidos se prepara para designar como terroristas a ocho organizaciones del crimen organizado en América Latina, en donde se incluyen a cinco cárteles mexicanos de la droga.
Según el medio estadounidense, que cita a cinco funcionarios de ese país, los cárteles que estarían señalados son: Cártel de Sinaloa, Cartel Nueva Generación (CNG), Cártel del Noreste, Familia Michoacana y los Cárteles Unidos.
Asimismo, también serían designados terroristas el Tren de Aragua, organización criminal venezolana; y la Mara Salvatrucha, o MS-13, fundada en Estados Unidos por migrantes salvadoreños, y el Clan del Golfo, grupo criminal colombiano.
Las fuentes dijeron que la lista podría variar de aquí a que se haga la designación oficial.
El pasado 20 de enero, apenas juró el cargo, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó una orden ejecutiva sobre designar terroristas a los cárteles, sin especificar. En cambio, sí mencionó específicamente al Tren de Aragua y la MS-13.
La orden da al secretario de Estado, Marco Rubio, dos semanas para hacer las designaciones, previa consulta con miembros del gabinete. Según el Times, el anuncio podría darse esta misma semana.
LOS CÁRTELES SON UNA AMENAZA PARA LA SEGURIDAD NACIONAL: EU
La orden señala que los cárteles “constituyen una amenaza para la seguridad nacional más allá de la que representa el crimen organizado tradicional” y que Estados Unidos “garantizaría la eliminación total” de los grupos.
La clasificación de los cárteles y estos grupos como terroristas permite al gobierno de Estados Unidos imponer amplias sanciones económicas a los grupos y a las personas o entidades vinculadas a ellos.
Las fuentes dijeron a The New York Times que el Departamento de Estado ya informó a varios comités del Congreso de las próximas designaciones.
El Clan del Golfo no había sido mencionado, pero, de acuerdo con una de las fuentes, habría sido agregado por su rol en el tráfico de migrantes. El clan controla mayoritariamente la zona del tapón del Darién, que conecta Sudamérica con Norteamérica y por donde cruzan miles de migrantes en camino a Estados Unidos.